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¿Qué puede hacer la educación para prevenir la violencia?

Rafael Bisquerra

¿Qué puede hacer la educación para prevenir la violencia?

Rafael Bisquerra

Doctor en Ciencias de la Educación


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Rafael Bisquerra

“Las investigaciones científicas han aportado evidencias de cómo una educación emocional tiene efectos en desarrollar las competencias sociales y emocionales, climas emocionales favorables a la convivencia, al aprendizaje, al bienestar; disminuir los índices de ansiedad, estrés, depresión, consumo de drogas, comportamiento de riesgo, violencia e, incluso, una mejora del 11% en el rendimiento académico”.

¿Por qué, entonces, no se profundiza en esta área en las escuelas y colegios? Rafael Bisquerra, experto en educación emocional, considera que los informes PISA (Programme for International Student Assessment) obtendrían mejores resultados si se hiciera hincapié en la inteligencia emocional, competencias emocionales y gestión de las emociones de los estudiantes.

Rafael Bisquerra es licenciado en Pedagogía y Psicología, doctor en Ciencias de la Educación y presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB). Catedrático de Orientación Psicopedagógica, Bisquerra dirige el Postgrado en Educación Emocional y Bienestar y el Postgrado en Inteligencia Emocional en las Organizaciones de la Universidad de Barcelona y lleva más de tres décadas investigando el mundo de las emociones, que ha plasmado en libros como ‘Educación emocional y bienestar’, ‘Prevención del acoso escolar con educación emocional’, ‘La inteligencia emocional en la educación’ o ‘Competencias emocionales para un cambio de paradigma en educación’, entre otros. Es el creador del primer “diccionario de emociones”, para nombrar y aprender a gestionar los fenómenos afectivos desde la infancia.

“Para mí, uno de los objetivos principales de la educación emocional es la prevención de la violencia, porque una parte muy importante de la violencia que hay en el mundo se origina en la ira que no somos capaces de regular de forma apropiada”, concluye el autor.


Transcripción

00:03
Rafael Bisquerra. Soy Rafael Bisquerra, catedrático emérito de la Universitat de Barcelona. Me dedico a la educación emocional desde principios de los años noventa y actualmente soy presidente de la RIEEB, la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar.

00:29
Leticia Rubio. Hola, Rafael, me llamo Leticia y soy psicopedagoga. Es un placer poder charlar contigo de temas tan interesantes relacionados con la educación para ayudar a las familias, tanto en las aulas como en casa. Rafael, tú eres uno de los mayores expertos en inteligencia emocional de este país y nos has hablado en muchas ocasiones sobre el analfabetismo emocional y consideras, reivindicas que es tan importante enseñar a los niños a entender y gestionar sus emociones, como el aprendizaje de la lengua, las matemáticas, la escritura y la lectura. ¿Por qué nos comentas estos aspectos?

01:09
Rafael Bisquerra. Pues las emociones son importantes, porque en ellas hay lo mejor y lo peor de nuestra vida. En las emociones está el miedo, la ansiedad, la angustia, el estrés, la depresión, la tristeza, la rabia, la ira, la furia, la cólera, la indignación, la predisposición a la violencia… Fíjate que los grandes problemas de la humanidad, en gran medida, tienen un fondo emocional. Pero en las emociones está también lo mejor de nuestra vida, porque en las emociones están las alegrías, el amor, la compasión, la solidaridad, el equilibrio, la armonía, la paz interior, el sosiego; en definitiva, la felicidad, que es lo que la mayoría de las personas más dependen, más desean en esta vida. En un momento dado, a principios de los noventa, me di cuenta de esto y pensé que merecía la pena insistir, investigar y buscar alternativas educativas. En el siglo XX, la educación se ha centrado exclusivamente en el desarrollo cognitivo y ha dado pasos muy grandes, porque a principios del siglo XX había un gran analfabetismo y a finales del siglo XX, prácticamente toda la población estaba escolarizada. Bienvenido sea, pero el reto del siglo XXI es dar el paso de una educación eminentemente cognitiva a la dimensión emocional, por lo que acabamos de ver.

03:09

Y fíjate que, a principios de los noventa, cuando yo decidí dedicarme a esto que todavía no tenía nombre, que hoy denominamos “educación emocional” y que le pusimos nombre a mediados de los noventa, hablar de emociones en la universidad, investigar sobre bienestar emocional o felicidad era motivo de desprestigio. Y esto, después supe que no me pasó solamente a mí, sino que pasó también a otras personas. Afortunadamente, casi treinta años después, se han dado pasos muy importantes y actualmente, como presidente que soy de la RIEEB, la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar, lo que nos proponemos es difundir y sensibilizar sobre la importancia y necesidad de la educación emocional para todas las personas y a lo largo de toda la vida.

¿Qué puede hacer la educación para prevenir la violencia? Rafael Bisquerra
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“La educación emocional mejora en un 11% el rendimiento académico”

Rafael Bisquerra

04:23
Leticia Rubio. Y, después de todos estos estudios, ¿qué beneficios consideras que tiene la educación emocional para los niños y los alumnos y aplicarlos en el aprendizaje?

04:35
Rafael Bisquerra. Las investigaciones científicas en los últimos años han aportado evidencias que podemos calificar de espectaculares, evidencias por parte de la inteligencia emocional, la psicología positiva, la neurociencia, la educación emocional…, que han aportado evidencias de cómo una educación emocional que se pone en práctica con los requisitos necesarios que las investigaciones han puesto de manifiesto, tiene efectos en desarrollar las competencias sociales y emocionales, desarrollar climas emocionales favorables a la convivencia, al aprendizaje, al bienestar; disminuir los índices de ansiedad, estrés, depresión, consumo de drogas, comportamiento de riesgo, violencia, etc., que todo esto tiene un sustrato emocional muy importante, incluso el rendimiento académico mejora. Se ha valorado con investigaciones hechas sobre más de setecientos mil estudiantes que las mejoras en el rendimiento académico pueden llegar a ser de un once por ciento.

06:13

Si España pusiera en práctica de forma fundamentada, con rigor y con calidad la educación emocional y mejorase lo que se ha demostrado que puede mejorar en este once por ciento, en las pruebas PISA, que siempre son una tragedia cuando salen los resultados, con un once por ciento, nos pondríamos en los primeros lugares internacionales.

06:45
Leticia Rubio. Yo trabajo en el escalafón más bajo del sistema educativo, que es la educación infantil, en las escuelas infantiles. ¿Qué recomendaciones nos haces para educar en inteligencia emocional a niños tan pequeños? Tanto desde la escuela como desde la familia.

07:06
Rafael Bisquerra. Pues me alegro de que señales esta edad, porque es donde debería empezar la educación emocional. Debería empezar desde antes del nacimiento, en la familia, y estar presente en la educación infantil y después primaria, secundaria y a lo largo de toda la vida. En la educación infantil, lo primero que podemos hacer es ayudar a los niños a, simplemente, empezar a tomar consciencia de sus emociones, desarrollar un primer vocabulario emocional. Desde muy pequeños ellos ya saben qué es miedo, qué es rabia, qué es tristeza, qué es alegría, pero tienen más dificultad en saber qué es el amor o qué es la felicidad. Y entonces, a partir de la riqueza del vocabulario y tomar consciencia, ayudar a tomar consciencia de que todas las emociones tienen un correlato neurofisiológico. Pero hay una que me parece particularmente interesante trabajar ya desde estas edades, porque tú sabrás muy bien que, desde los dos o tres años, los niños no hace falta que vayan a la escuela para aprender a morder, para aprender a arañar y a pegarse, eso lo llevan de serie.

08:46

Y, por lo tanto, deben aprender que tienen derecho a estar enfadados, a sacar su rabia de alguna forma, pero lo que no deben sentirse autorizados es a agredir a nadie y éste es el primer paso para la regulación emocional. La regulación emocional no es represión, pero puede ser tan perjudicial la represión como el descontrol. De ahí la importancia de aprender los límites, que los adultos les hemos de poner límites y ahí es donde hay muchísimo trabajo por hacer. Muchísimo trabajo por hacer, porque, por ejemplo, una profesora experta en educación emocional recibió un niño que estaba muy enfadado, porque un compañero le había quitado un juguete, y ahí estaba aquello que parece que le salía fuego por las muelas. Y le decía a la profesora que estaba muy enfadado, pero había aprendido, como mínimo, que, en lugar de pegarle, tenía que ir a decirle a la profesora. La profesora le dio una tiza y le dijo: “Dibuja la rabia”. Empezó allí a poner garabatos en que sacaba, canalizaba toda su rabia y cuando hubo terminado, la profesora le preguntó: “¿Y ahora cómo te sientes?” y ahí refunfuñando le dijo “Bueno…”, porque le cuesta expresarlo, pero, como mínimo, un poquito mejor.

10:43
Leticia Rubio. Porque es muy importante aceptar todas las emociones, que los peques puedan expresarlo todo, si están enfadados, si están contentos, que ellos puedan ir poco a poco utilizándolas, poniéndolas en práctica y resolviendo sus conflictos, sus emociones. Tú hablas muchas veces de…, igual eres el creador, del diccionario emocional. ¿Cuáles son las palabras que debemos tener siempre, como educadores, como padres, presentes en nuestro lenguaje con los niños, en nuestras relaciones con ellos?

11:17
Rafael Bisquerra. Hay muchas palabras, pero yo potenciaría el desarrollo y la presencia en la educación de palabras como “alegría”, “amor”, “compasión”, “armonía”, “equilibrio”, “paz interior”, “sosiego”, “gozo” y “felicidad”, ¿por qué no? Hay muchísimas de estas palabras, incluyendo también “solidaridad” y “empatía”, que en la medida que las utilizamos, solamente utilizarlas, saber lo que significan y ponerlas en práctica, esto ya es entrenamiento emocional.

12:01
Leticia Rubio. Y que ellos las aprendan, que nos vean a nosotros utilizarlas para que ellos luego también las puedan ir utilizando.

12:06
Rafael Bisquerra. Así es.

12:08
Leticia Rubio. Uno de los aspectos que a mí me hace reflexionar es que somos una generación de padres, ahora mismo, que hemos sido educados más en el “no llores”, que en gestionar o expresar nuestras emociones. Entonces, ¿cómo, si como adultos no hemos sabido hacerlo o no hemos aprendido, podemos ayudar a nuestros hijos a que ellos sí lo hagan, a que desde pequeñitos aprendan a gestionar sus emociones?

12:35
Rafael Bisquerra. Pues, yo a veces pregunto: “¿Qué es lo mejor que podemos hacer para que alguien aprenda algo? Si quieres que tu hijo, que tus estudiantes, tú mismo, si quieres aprender algo, ¿qué es lo mejor que puedes hacer?” Lo mejor que podemos hacer es enseñárselo a alguien y, por lo tanto, los primeros destinatarios de la educación emocional debería ser el profesorado en primer lugar, las familias, padres y madres en segundo lugar, los estudiantes en tercer lugar y la sociedad en general. Porque el desarrollo de las competencias emocionales dura toda la vida, pero en temas emocionales no nos han enseñado prácticamente nada. Yo cursé la carrera de Psicología, de Pedagogía, soy doctor en Ciencias de la Educación y nunca me explicaron lo que era una emoción.

13:43
Leticia Rubio. Es verdad… Yo también y es verdad y le acompaño… Y es un placer que gente como usted nos enseñe a aprender, de nuevo, a cómo utilizarlo. Antes hablábamos, al principio, y decías que los niños utilizan a veces la agresión para relacionarse o para resolver conflictos y que hay que ponerles los límites, esto nos lleva a que luego, más adelante, uno de los temas que le preocupa es la violencia. ¿Por qué le preocupa tanto? ¿Y cómo podemos, desde la inteligencia emocional, desde la educación emocional, ayudar a los niños a resolver estas habilidades negativas que han aprendido?

¿Qué puede hacer la educación para prevenir la violencia? Rafael Bisquerra
14:25
Rafael Bisquerra. Para mí, uno de los objetivos principales de la educación emocional es la prevención de la violencia, porque una parte muy importante de la violencia que hay en el mundo, que es una gran lacra de la humanidad, se origina en la ira que no somos capaces de regular de forma apropiada. Cuando hablamos de ira, hablamos de una familia de emociones que incluye rabia, enojo, enfado, furia, cólera, indignación, odio, etc. Datos publicados en una investigación sobre restos arqueológicos de hace diez mil años donde descubrieron un cementerio, observaron que más del setenta por ciento de los cráneos de este cementerio habían sufrido impactos lo suficientemente fuertes como para causar lesiones en el cerebro, que podrían provocar la muerte. La conclusión es que, como mínimo, de este cementerio, que se puede considerar en gran medida representativo, de cada diez personas, como mínimo siete morían de muerte violenta hace diez mil años. Para situarnos, damos un salto en la historia y pasamos al siglo XV. En el siglo XV, los datos nos indican que, aproximadamente, de cada diez personas, una moría de muerte violenta, era un paso fantástico, pero si ahora pensásemos que nosotros, de diez que podamos estar más cerca, uno va a morir de muerte violenta, nos parecería horroroso.

16:22

Afortunadamente, ahora en España el índice es de 0,6 por cien mil, algo realmente espectacular que se ha producido, sobre todo, en los últimos setenta años después de la Segunda Guerra Mundial, con los movimientos pacifistas, con la no violencia, con la comunicación no violenta, en definitiva, con la educación. Con educación se pueden lograr efectos importantes, todavía nos queda muchísimo por avanzar, pero los datos nos indican que, si nos lo proponemos y lo hacemos bien, en el siglo XXI, podríamos reducir la violencia casi al mínimo.

17:17
Leticia Rubio. Ojalá, ojalá se cumpla. Como madre también de un niño de nueve, casi diez años, le he visto utilizar la técnica de la tortuga para controlar esos momentos o esos brotes de ira que se puedan producir en algún momento en las aulas, en los colegios. ¿Nos puedes explicar un poquito cómo es esta técnica?

17:39
Rafael Bisquerra. Sí, la técnica de la tortuga consiste en explicar a los niños una breve historia, que es una tortuguita pequeñita, como los niños, que tiene contacto con una tortuga mayor con mucha experiencia. La tortuguita está muy enfadada porque ha tenido un conflicto con una compañera suya y se lo explica a la tortuga mayor y la tortuga mayor le enseña a meterse dentro de su caparazón. “Meterse dentro de su caparazón” significa entrar dentro de nosotros mismos, ¿qué es lo que nos pasa por dentro? ¿Qué es lo que sentimos? Y cuando nos autoanalizamos, podemos tomar consciencia de que a veces se activa la taquicardia, la hipertensión, las mariposas en el estómago, el temblor de piernas, se nos hierve la sangre…, que son las manifestaciones, por ejemplo, de la ira que estábamos comentando antes. Entonces, la técnica consiste en establecer en el aula un espacio, que es el “espacio de la tortuga”, y cuando los niños, las niñas, sienten y toman consciencia de que sienten rabia, van a hacer la tortuga y van a un espacio, se meten dentro de sí. “Meterse dentro de sí” también significa respirar profundamente, relajarse, tranquilizarse, y cuando uno ya nota que controla su impulsividad es cuando puede regresar a su lugar.

19:24

Se utiliza como una técnica de prevención del comportamiento impulsivo y violento y todo esto, en el fondo, es entrar en sí mismo, tomar consciencia de la ira y aprender a recordarla de forma apropiada. Desde la RIEEB proponemos que todos los países del mundo deberían tomar consciencia de que sus sistemas educativos deberían incluir entre los primeros objetivos la regulación de la ira como estrategia para la prevención de la violencia.

20:08
Leticia Rubio. Rafael, te he oído hablar de que una persona resiliente es como un corcho. ¿Me podrías explicar un poquito este tema?

20:17
Rafael Bisquerra. Sí, algunos autores han comparado la resiliencia con un tapón de corcho. ¿Qué le pasa a un tapón de corcho en medio de la tormenta más furibunda? Que no se hunde, por fuerte que sea la tormenta, el corcho está por encima y no se hunde. Esto puede ser una metáfora que nos relaciona con la resiliencia. ¿Qué es la resiliencia? La capacidad para afrontar situaciones sumamente adversas y no hundirse, sino salir fortalecido. Ante las adversidades, hay dos opciones: una, que desgraciadamente afecta a muchas personas, que es hundirse, así, hundirse moralmente, emocionalmente; otra es aprender de la experiencia. La situación de hundirse puede llevar a quejarse, a criticar, a maldecir y, evidentemente, experimentar el malestar emocional. La opción de aprovechar los errores, las adversidades y los retos para aprender, es una opción personal.

21:55

Es una opción personal que tiene que ver con la actitud positiva ante la vida, enfocar el futuro como un largo proyecto donde se viven experiencias, aventuras, retos y dificultades y que no siempre nos va a ir todo bien, desgraciadamente, hay personas que van a tener impactos muy fuertes en su vida y que no lo tienen previsto. La semana pasada estaba hablando con una persona que sufrió un accidente de moto y quedó recluido en una silla de ruedas, Francisco, me impresionó su experiencia, que me comentó y compartimos. Su vida se vio cambiada radicalmente en un momento. Y después escribió un libro de su experiencia. Pero, a pesar de todo, él lucha por ser feliz, a pesar de todo. Esto es resiliencia, la capacidad de superar las adversidades más fuertes que ni siquiera nos atrevemos a imaginar y poder ver aspectos positivos. Yo sé que en este año de pandemia ha habido familias, personas que lo han pasado muy mal, que han destinado mucha resiliencia para la cual a veces no estábamos preparados. Algunos lo han afrontado muy bien y otros no tan bien. ¿Qué diferencia hay entre unos y otros? Competencias emocionales.

24:05
Leticia Rubio. Y ahora que te escucho, en niños tan pequeños, en este mundo en el que yo trabajo de niños tan pequeñitos, esta resiliencia se puede empezar a trabajar a través de la frustración, que aprendan. Ahora hay muchos padres, hay muchas familias a las que les cuesta dejar que a sus hijos les salgan mal las cosas o que sus hijos se frustren y escuchándote, creo que es un aspecto muy importante que los niños aprendan a frustrarse y aprendan a superarse en su día a día, con sus cosas más básicas, que va a ser como un escalafón para luego ir subiendo. Si no se hace eso, llegar a una resiliencia de adulto, va a ser más complicado.

24:47
Rafael Bisquerra. Aumentar la tolerancia a la frustración es uno de los objetivos de la educación emocional, porque una persona, un niño que tiene una baja tolerancia a la frustración, un alto nivel de impulsividad y no le han puesto límites, estos tres elementos, cuando llega a la adolescencia puede ser un cóctel explosivo cuyos efectos son incalculables. Por esto es importante, desde pequeños, no nos queda más remedio, poner límites, controlar la impulsividad y aumentar la tolerancia a la frustración. Y técnicas, como por ejemplo, a veces, aquellas pataletas de los niños de: “Pues quiero esto y, además, lo quiero ahora mismo” y los padres a veces somos víctimas del chantaje emocional y, actualmente, tenemos una tendencia a caer en la sobreprotección y en evitar frustraciones que son un impedimento para desarrollar la competencia emocional de la tolerancia a la frustración y todo esto hay que educarlo, tanto en la familia como en el centro educativo. Y pequeñas acciones, pueden ser, desde el niño pequeño que se cae y que a veces los adultos, cuando se ha caído, vamos rápidamente a levantarlo, pues, espérate un poco. Que aprenda a levantarse por sí solo.

26:37

Porque a veces un niño cuando se ha caído, cuando es pequeñito, mira a ver si alguien le está observando, si ve que nadie le observa, sabe que, si no se levanta solo, nadie le levantará; y, en cambio, si ve que alguien le observa, espera que alguien vaya a levantarle, y si no va, empieza a llorar y a gritar como quien dice: “¡Oye, que me he caído! ¡Qué no te has dado cuenta! A ver si vienes a ayudarme”, es la forma de comunicarse. Por esto, en el fondo de lo que estoy diciendo está el desarrollo de la autonomía emocional, de aprender a gestionarse por sí mismo. Y esto es un desarrollo muy largo, porque las personas pueden caer fácilmente en una dependencia emocional.

¿Qué puede hacer la educación para prevenir la violencia? Rafael Bisquerra
27:30
Leticia Rubio. Yo le digo mucho a los padres: “Todo lo que tu hijo pueda hacer por sí solo, déjale que lo haga, aunque tarde un poco, aunque le salga mal, ya aprenderá, repetiremos y lo haremos hasta que lo consiga”, darle muchas veces, como padres, ese espacio a los niños, un espacio de aprender, de equivocarme y de buscar soluciones o buscar ayuda, que hay veces que hay que buscar ayuda de un adulto o de un compañero para poder solucionarlo. Y con esto, también te he escuchado muchas veces hablar del bienestar, ¿cómo podemos o qué ingredientes o qué nos recomiendas para llegar a conseguir o hablar de una educación emocional plenamente, un bienestar completo tanto emocional como personal, que es un poco el deseo de todos?

28:18
Rafael Bisquerra. Cuando se habla de bienestar y no se especifica de qué tipo de bienestar se está hablando nos podríamos confundir, porque hay un bienestar material que es el desarrollo económico y tecnológico, un bienestar físico que tiene que ver con la salud física, un bienestar social que es estar bien con los compañeros, un bienestar profesional que es sentirse bien con lo que uno hace en el trabajo y un bienestar emocional. Interpreto que me estás hablando de bienestar emocional…

28:56
Leticia Rubio. Efectivamente.

28:56
Rafael Bisquerra. …también denominado “bienestar subjetivo”, y que este bienestar subjetivo se caracteriza por la experiencia de emociones positivas, de satisfacción, de armonía, equilibrio, sosiego, plenitud, paz interior…, felicidad, en definitiva. El bienestar emocional es lo más parecido a la felicidad, pero a diferencia de la alegría, es algo que hay que construir. El bienestar se construye a través de la introspección, el autoanálisis, la toma de decisiones sobre nuestras propias actitudes y sobre lo que hacemos con nuestras emociones. En definitiva, hay unas emociones básicas que la mayoría de las personas las experimentan, por no decir todo el mundo las experimenta inevitablemente, como pueden ser, por ejemplo: miedo, ira, rabia, tristeza, alegría o sorpresa; en cambio, amor y felicidad, son dos familias de emociones extraordinarias que hay que aprender y desarrollar con trabajo personal.

30:34

Para mí, el reto de la educación y de la humanidad es tomar consciencia de que, si nos lo proponemos, podemos ser felices. Que no hemos de confundir la felicidad con la alegría, que esta felicidad es el resultado de un proceso interior y que la mejor educación que podemos hacer es ayudar a todas las personas a descubrir que la mejor forma de contribuir al bienestar emocional personal es contribuyendo al bienestar emocional general.

31:25
Leticia Rubio. Qué bonito. En la escuela nos hemos siempre centrado en enseñar matemáticas, en enseñar lengua, en enseñar a escribir, enseñar a leer, naturales, sociales, pero ahora estamos enseñando también competencias, ¿cuáles son las competencias más importantes para ti y en las que debemos poner especial énfasis las personas que nos dedicamos a la educación, a la formación de los niños?

31:54
Rafael Bisquerra. Hemos de distinguir entre competencias técnico-profesionales, que son muy importantes… Competencias técnico-profesionales, que serían las áreas académicas ordinarias: lenguaje, matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales, educación física, expresión artística, filosofía, etc., que después, en la universidad, son las competencias propias de cada una de las carreras universitarias, las competencias propias, por ejemplo, del abogado, del ingeniero, del economista, del psicólogo, del médico, etc. Pero además de estas competencias técnico-profesionales, hay unas competencias que se denominan “competencias genéricas”, porque son comunes a todas las profesiones, también se denominan “competencias transversales”, “competencias blandas”, “competencias ‘soft’”, sí, se está hablando de la “revolución ‘soft’”. Y entre estas competencias están la conciencia emocional, la regulación emocional, la autoestima, la autonomía emocional, las habilidades sociales, la capacidad de gestionar conflictos, habilidades para la vida, para el bienestar; en definitiva, todo esto que denominamos genéricamente competencias sociales y emocionales, competencias socioemocionales o competencias emocionales simplemente, que son distintas denominaciones para referirnos a lo mismo.

33:36

Y estas pueden ser tan importantes como las primeras, porque hoy sabemos que muchos licenciados consiguen un empleo por sus competencias técnico-profesionales y antes de seis meses lo pierden por su falta de competencias emocionales.

¿Qué puede hacer la educación para prevenir la violencia? Rafael Bisquerra
33:57
Leticia Rubio. ¡Qué importante! Qué importante que, desde pequeños, los niños y, sobre todo, los adolescentes, aprendan a gestionar sus emociones y a empatizar y acompañar las emociones de las personas con las que conviven, trabajan o se relacionan. Rafael, para terminar, llevamos hablando de emociones, hablando de este tema tan interesante, que yo creo que podríamos seguir horas hablando, tú has escrito un libro y has participado en un proyecto que se llama ‘Universo de emociones’, ¿nos puedes hablar de él? ¿Cuáles son las emociones o cuántas emociones hay? ¿Cuáles son las más importantes para ti?

34:38
Rafael Bisquerra. El proyecto de ‘Universo de emociones’, que tuve la suerte de compartir con Eduard Punset y con el gabinete de diseño PalauGea, con Víctor Palau y Ana Gea, fue un proyecto interesantísimo para hacer un mapa de las emociones. Y es un trabajo que pretende armonizar las investigaciones científicas sobre las emociones con una presentación estética, artística, en forma de universo, en forma de un mapa. Y, entonces, allí están las emociones básicas, como mínimo, a partir de algunos autores como Paul Ekman y otros, que están en un espacio las emociones como el miedo, que constituyen una familia de emociones: ira, tristeza, alegría, sorpresa, asco, que son las seis emociones de Paul Ekman, pero hay otros autores, como por ejemplo Plutchik, Russell, etc., que presentan otros marcos teóricos. Pero nosotros hacemos un planteamiento para la educación. Y entonces planteamos las emociones sociales, las emociones que se aprenden, que se rigen con emociones morales, donde están la empatía, la vergüenza, la culpa, la compasión, la familia del amor, que es algo realmente extraordinario y que a veces tengo la sensación que la palabra “amor” está muy ausente en la práctica educativa, con matices como los distintos tipos de amor: amor erótico, amor maternal, amor paternal, amor filial, fraternidad, solidaridad, etc. y la felicidad.

36:39

La felicidad, al fin y al cabo, mucha gente confunde qué es la felicidad con lo que me provoca la felicidad y dicen: “Bueno, es que la felicidad para mí es distinta de lo que es para ti”. A ver, cuidado. Para ti podrá ser una felicidad si gana el Atlético frente al Real Madrid, para otro será al revés, será una felicidad si gana el Real Madrid frente al Atlético, por poner un ejemplo, no metamos ahí ya al Barcelona u otros equipos, que ahí entraríamos en un debate de emociones fuertes. Que el que gane, siendo diferente, va a provocar emociones distintas. Es cierto que, ante acontecimientos que son los mismos, los observadores podrán experimentar emociones distintas, pero esto no es la felicidad, estos son los estímulos, los acontecimientos que pueden afectar, pero lo que más le afecta es el trabajo interior y el bienestar emocional, el bienestar subjetivo, que es la felicidad, es resultado de un trabajo personal donde actualmente se distingue entre bienestar hedónico y bienestar eudemónico.

38:05

El bienestar hedónico es el bienestar proporcionado por los sentidos: escuchando una sinfonía, una pieza de música, estando con amigos como yo ahora estoy contigo, Leticia y disfruto y pasaría horas hablando contigo de estos temas, todo esto sería este bienestar hedónico, bienestar emocional, proporcionado por los sentidos. Pero el bienestar eudemónico es el resultado de un trabajo interior, de buscar un sentido a nuestra vida, de adoptar compromisos, de sentir que lo que estás haciendo es contribuir al bienestar general, que es la puesta en práctica de las fortalezas personales y de las virtudes.

39:01

Y saber que la investigación en el campo de la psicología positiva ha aportado evidencias de cómo este bienestar, que es prácticamente un trabajo interior de consciencia, es lo más sublime que podemos alcanzar por lo que conocemos. Y que investigaciones del campo de la neurociencia, por el doctor Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin y otros, han explorado qué pasa en el cerebro cuando experimentamos este tipo de bienestar. Y tomar consciencia de que lo que nos caracteriza y nos distingue de cualquier otro objeto del universo, no es que tengamos un cuerpo, no es que seamos materia, que lo somos, hay mucha materia en el universo; tampoco es que tengamos vida, hay muchos seres con vida y tampoco es que tengamos cerebro, hay otros seres con cerebro; ni siquiera es la inteligencia: en 1996, el ordenador Deep Blue ganó a Kasparov y fue un cambio de paradigma. La máquina puede ser más inteligente que el ser humano. Entonces, ¿qué es lo que nos caracteriza y nos distingue de todo lo demás?

40:37
Leticia Rubio. Las emociones.

40:38
Rafael Bisquerra. La consciencia. La consciencia, que es la capacidad de tomar consciencia de nosotros mismos, que es la capacidad de conocernos, la capacidad de tomar consciencia de nuestras emociones y la capacidad de tomar consciencia de que, probablemente, por lo que conocemos, somos los únicos seres conocidos que podemos tener distintos niveles de consciencia, que podemos desarrollar nuestra consciencia y que podemos ser felices. Y esto para mí es impresionante. Las aportaciones de la ciencia, debemos hacer lo posible para ponerlas al alcance de la humanidad. Y esto es la educación emocional.

41:31
Leticia Rubio. Ha sido un placer, Rafael, compartir contigo esta charla tan interesante sobre el mundo de las emociones.

41:38
Rafael Bisquerra. Me pasaría horas hablando contigo de estos temas. Muchísimas gracias, Leticia y espero que continuemos, como es el proceso de aprendizaje, durante toda la vida. Gracias.