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“La filosofía es de los jóvenes”

Nerea Blanco

“La filosofía es de los jóvenes”

Nerea Blanco

Filósofa y divulgadora


Creando oportunidades

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Nerea Blanco

Pertenece a esa generación que estudiaba la carrera mientras la crisis de 2008 hacía estragos. “Y encima, estudiando Filosofía”, bromea Nerea Blanco. En aquella época, los ‘millennials’ como ella ni tenían trabajo ni lo esperaban. Así que decidió ser creativa y hacer algo distinto. En el año 2015 creó la plataforma ‘Filosofers’, un proyecto digital cuyo objetivo es fomentar el pensamiento crítico y divulgar la filosofía, especialmente entre los jóvenes de la siguiente generación a la suya, los llamados ‘Nativos digitales’ o ‘Generación Z’.

Para Nerea Blanco “la filosofía es de la juventud” y “es fundamental crear espacios donde los jóvenes puedan reflexionar y debatir”. En sus vídeos, Nerea comparte las teorías de Platón, Aristóteles o Nietzsche con un lenguaje ameno y cercano, siempre desde un enfoque reivindicativo y con un toque feminista. A día de hoy, esta filósofa luchadora de 34 años sigue defendiendo: “Creo en la filosofía como algo vivo, como algo que debe recuperar su lugar en el mundo. Creo en el valor de las ideas como elemento clave para cambiar las acciones, la sociedad y el futuro”.

Nerea Blanco Marañón estudió Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid, imparte cursos y talleres sobre pensamiento crítico y es autora del libro ‘Filosofía entre líneas’ (2020).


Transcripción

00:13
Javier Merino. Hola, Nerea. Soy Javier y soy estudiante de Periodismo, aunque siempre me ha gustado mucho la filosofía y todo lo que la rodea. Estoy encantado de estar aquí contigo y conocerte.

00:20
Nerea Blanco. Igualmente. El placer es mío.

00:23
Javier Merino. Bueno, para comenzar, me gustaría hablar un poco sobre tu vida y sobre tu trayectoria. Me gustaría preguntarte cómo fueron tus inicios y cómo comenzó tu vocación por la filosofía.

00:34
Nerea Blanco. A ver, la vocación, siempre lo cuento, siempre lo digo, creo que es algo que siempre ha estado ahí. Desde los 10 años yo me empecé a hacer preguntas a partir de varias canciones que escuchaba. A veces me da un poco de vergüenza contarlo, pero lo voy a decir hoy aquí. Fue a partir de La Oreja de Van Gogh que hacía preguntas sobre, bueno, cómo será el futuro cuando yo no esté aquí o hay maneras de elegir, hay dos cristales para mirar el mundo, y yo me acuerdo en ese momento de decir: “Aquí hay unas preguntas. Necesito poder contestarlas”. Luego, esa misma sensación de preguntas y búsqueda de respuestas nació ya en bachillerato. Llegaron libros como ‘El árbol de la ciencia’ o, bueno, pues el que luego ha sido mi filósofo de cabecera o mi filósofo fetiche, que es Nietzsche. Y, pues bueno, cuando llegó el momento de elegir carrera, primero fui a Comunicación Audiovisual, pero finalmente, bueno, pues con ayuda de mis padres, que fueron un poco los que me impulsaron, terminé haciendo Filosofía y, bueno, pues a partir de ahí la vida me ha ido dando muchas vueltas y aquí estamos.

01:43
Javier Merino. Tu libro ‘Filosofía entre líneas’ tiene como subtítulo la frase de “O cómo todos llevamos un verano dentro”. Me gustaría preguntarte por qué elegiste esta frase para incluirla ahí.

01:53
Nerea Blanco. Bueno, pues es un guiño a Camus, que es un filósofo existencialista que me fascina, y nada más abrir el libro está la cita complete, que yo no me la sé al dedillo, pero, parafraseando, lo que viene a decir es que llega un momento en el que cuando estás atravesando una circunstancia muy dura, descubres que tienes un poder dentro de ti. Tienes lo que él viene a decir: “Bueno, cuando estamos en pleno invierno, que todo es muy duro y todo es muy desagradable, descubres que tienes un verano dentro de ti”. Con esa frase o con esa idea, lo que quería mostrar era que la filosofía puede ser más que ese lugar oscuro, complicado y lúgubre que muchas veces parece que nos presentan. Y decir que la filosofía también nos puede demostrar que llevamos un verano dentro o que hay maneras de atravesar la incertidumbre de la vida gracias a la filosofía. Con la filosofía puedes conseguir la esperanza, tener una sensación de espacio en el que reflexionar y que las cosas pueden salir bien si tienes una buena balsa con la que navegar con la incertidumbre. Y, en ese sentido, creí que la filosofía tenía que recuperar ese espacio para poder generar esperanza.

“La filosofía es de los jóvenes”. Nerea Blanco, filósofa y divulgadora
03:04
Javier Merino. Tú has creado una plataforma que se llama Filosofers con el fin de divulgar la filosofía y sueles decir que la creaste para fomentar el pensamiento crítico. Entonces me gustaría preguntarte si tú crees que actualmente la filosofía es algo que está de moda entre los jóvenes.

03:23
Nerea Blanco. Bueno, la Filosofía no creo que sea algo que esté de moda, sino que la filosofía es propia de los jóvenes. Es el momento en el que, sobre todo, explota la necesidad de, lo que comentaba, preguntas y respuestas y salir de lo establecido y buscar nuestro propio sitio. Entonces, la filosofía es para los jóvenes. Filosofers yo lo creé con una intención muy clara y era devolver a las calles el pensamiento crítico y entender que la filosofía no es algo que se tenga que quedar estancado simplemente en las aulas. Que necesita estar en las aulas, pero también fuera de ellas. La filosofía hay que entenderla como algo vivo, como algo que se mueve, como algo que necesita espacios en los que estar. Y uno de los espacios más propios de la filosofía sería con la juventud. Y es cierto que, vale, está en bachillerato, pero al final con lo que te quedas de ahí es: “Aristóteles dijo”, “Platón dijo” y lo memorizas y ya está. Entonces hay que demostrar que la filosofía es más que eso, que está viva, que funciona y llegar a los jóvenes. Y es cierto que, claro, en mi época lo que tenía yo como joven era ‘El mundo de Sofía’ para acercarme a la filosofía, algo, pues bueno, que está muy bien, pero que, en fin, tiene también sus límites. Y es cierto que ahora pues con series como ‘Merlí’ o libros como ‘Filosofía en la calle’ de Eduardo Infante hemos conseguido acercarnos mucho más a los jóvenes y crear espacios para la filosofía y para ellos. Y creo que hay que seguir por ese camino.

04:56
Javier Merino. Hay algo de lo que me has comentado que me ha sorprendido mucho, la verdad, y es que has dicho que tus padres te impulsaron a estudiar filosofía, que es algo realmente inusual.

05:07
Nerea Blanco. Sí, es algo muy sorprendente y es algo que siempre le agradezco a mis padres. De hecho, la dedicatoria del libro va para ellos. Les dije que son mis alas. Y es verdad, siempre uno cuando va a elegir una carrera se ve ahí un poco atascadillo y nadie espera que los padres te van a decir: “Tira para adelante si es lo que quieres”. Entonces bueno, pues a mí me tocó eso, me dijeron: “Para adelante”. Y eché a volar y hasta aquí, así que no ha salido tan mal.

05:38
Javier Merino. A veces parece que la filosofía es algo antiguo, es algo fuera de onda. Es una práctica que realizaban unos ancianos en la antigüedad en la que pensaban sobre temas complejos y complicados, pero tú defiendes que es algo que está en plena actualidad. Aunque también dices que siempre te acompañan filósofos muertos.

06:00
Nerea Blanco. Sí, siempre voy diciendo que voy con mis amigos muertos en tanto que para mí los filósofos no son personajes aislados, como te decía de: “Aristóteles dijo”, “Platón dijo”. Fueron personas con sus circunstancias, con sus manías, con sus gustos, ¿yo qué sé? Personas como tú y como yo. Y que se hacían preguntas que necesitaban contestar en ese momento. Y preguntas que nos seguimos haciendo a día de hoy, de cómo ser mejores, cómo ser más felices, qué significa el amor, qué es la libertad, cómo hacer una sociedad más justa… O sea, no son preguntas tan complicadas. Las respuestas pueden serlo, sobre todo si lees a Hegel, pero más allá de eso, las preguntas, las que llamamos “las grandes preguntas universales”, siempre se dan en cada época. Lo que va a diferenciar es el tipo de respuesta que se dé. Pero ¿por qué considero que la filosofía es algo que debe de estar hoy en día? La filosofía, por un lado, nos va a dar perspectiva. Estudiar a los antiguos es estudiar nuestro pasado y entender de dónde venimos, para afrontar dónde estamos y a dónde vamos. Saber lo que dijeron otros es no volver a inventar la rueda, porque alguien llega y dice: “He inventado la rueda” y dices: “Ya, pero es que eso ya estaba”. Pues muchas veces hay pensamientos que se dicen ahora o respuestas ante muy grandes preguntas que dices: “¿Dónde estamos? Esto ya se dijo”.

07:22

Entonces, está muy bien tener esa perspectiva. Por otra parte, los amigos muertos. ¿Qué hacen los amigos? Los amigos te dan consejos. Entonces, la filosofía es una especie de elemento que te sirve como guía para tomar decisiones en tu vida más allá de los libros de autoayuda. Algo un poco más profundo. Luego, es una herramienta, porque la filosofía no es solo esa historia. La filosofía, lo que decía, está viva, es una herramienta. ¿Qué nos permite? Articular el pensamiento. Igual que las matemáticas te enseñan cómo funcionan los números y a usarlos, la filosofía te enseña cómo usar las palabras, cómo argumentar, cómo enlazar el pensamiento. Entonces, como herramienta es ultranecesaria. Y por último, la filosofía es muy necesaria como elemento civilizatorio. Cuando uno piensa antes de actuar, o se pretende que pensemos antes de actuar, cada vez más difícil, pero muchas veces pensamos; ese pensamiento que ha sido, de alguna manera, moldeado por la filosofía, lleva a cabo unas acciones, el sujeto, y esas acciones van a repercutir en todo los demás. Esa repercusión en todo lo demás, en lo que viene a ser la sociedad en la que nos movemos, va a construir el futuro de esa sociedad. Entonces es muy necesario que la filosofía forme parte de todo el entramado social para construir entre todos un futuro mejor. Pensar entre todos cuáles serían las mejores acciones para que la sociedad funcionara de la manera más justa posible.

08:56
Javier Merino. Me has hablado antes de que Nietzsche fue uno de los filósofos que más te inspiró en bachillerato y a mí también me gusta mucho. Me gustaría preguntarte qué tiene de especial para ti este filósofo y, sobre todo, por qué encaja tanto con nosotros, los jóvenes.

09:10
Nerea Blanco. Es un filósofo que se suele decir que es “para una época”, que te puedes enamorar de Nietzsche, pero que ya se te pasará. Es un poco como cuando te gusta el punk, que te dicen: “Ya escucharás música de verdad. Eso no es música”. Entonces, con Nietzsche dentro del mundo de la filosofía pasa un poco eso, que dice: “Es el filósofo para los jóvenes, pero ya llegarás a Kant y entenderás lo que es la verdadera filosofía”. Entonces a mí me da un poco de pena, porque Nietzsche es un filósofo que creo que hay que reivindicar en el sentido de, igual que yo reivindico lo antiguo o las cosas que parecen como carcas y demás, ¿por qué no también darle valor a lo que tiene que ver con la juventud y la adolescencia y la rebeldía? Nietzsche es ese filósofo de la rebeldía que creo que se tendría que mantener no solo como: “Es cosa de adolescentes”. ¿Por qué es el filósofo rebelde? ¿Por qué llama justo en ese momento? Es un filósofo que viene a decir: “Mira, todo lo que has dicho…”. Básicamente es un: “A la mierda”. Dice: “De lo que me has venido contando todo este tiempo, paso”. Entonces, claro, pues es un poco lo que hacemos nosotros con nuestros padres, de: “Ya. Paso de vosotros”. Entonces, pues eso, Nietzsche llega y dice: “Mira, Platón, te has pasado media vida… y a partir de ti, todos los demás, nos ha llegado tu pensamiento de que somos seres racionales, que lo único que tenemos que hacer es razonar”. Y dice: “Mira, es que no somos solo seres racionales, somos seres también emocionales. Hemos venido aquí también a pasárnoslo bien”.

10:45

Entonces Nietzsche, en ese sentido, pues lleva ese mensaje. ¿A qué adolescente no le va a gustar? El “déjame ser emocional, pasional”, el “vivir el aquí y ahora”. Y lo hace además desde un lenguaje muy chulo, en el sentido de que no es tan académico o tan ensayo como otros, sino que utiliza la metáfora, un lenguaje mucho más humano y entonces apetece más leerle. Y luego tiene una manera de explicar las cosas así muy metafórica y muy a su manera que, además de atractiva, es muy útil. Nos resulta muy útil porque él dice: “Mira, hay dos fuerzas: la apolínea y la dionisíaca”. Lo apolíneo es aquello que es lo racional y lo bello, lo ordenado. Un poco lo que lo que decía Platón que molaba o los cristianos. Y luego estaría lo dionisíaco, que sería el caos, el movimiento, las emociones. Él dice: “Lo que no podemos hacer es pensar que el mundo es solo una de estas dos, o que solamente hay valor en una de ellas. Somos las dos cosas. Aceptemos las dos cosas y vivamos tratando de equilibrarlo lo máximo posible”. Es cierto que hasta ahora nos habíamos caído en la marmita de lo apolíneo y hay que salir de ahí e irnos hacia lo dionisíaco para tratar de equilibrar.

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Entonces, en nuestro día a día nos puede servir eso para decir: “Bueno, ¿estoy saliendo demasiado de fiesta? o ¿tendría que estudiar más?” y tratar de alguna manera de decir: “¿Cuánto de racional quiero ser y cuánto de no racional quiero ser en esta vida?”. Luego tiene también otros valores superchulos, como la voluntad de poder. Es muy parecido a la idea del empoderamiento que se tiene ahora, pero mucho más profundo y más molón. Y creo eso, que Nietzsche nos puede dar muchas pistas para para aprender lo que es la vida, el instante, el valor, el aquí y el ahora, lo terrenal. Más allá de que haya vida más allá de la muerte, o que lo que es importante sea estudiar para luego… No, es aquí y ahora. Entonces, es un filósofo que ahora mismo es maravilloso para apreciar la vida. Además, lo hemos vivido en los últimos tiempos: la necesidad de darle valor a la vida sobre el resto de las cosas. Y Nietzsche tiene mucho que decir al respecto.

“La filosofía es de los jóvenes”. Nerea Blanco, filósofa y divulgadora
13:02
Javier Merino. Totalmente. Tú utilizas muchos elementos de la cultura popular, ya sea la música o el cine, para explicar temas filosóficos. Y me gustaría hacerte una pregunta un poco trampa. ¿Crees que la filosofía en sí misma es aburrida?

13:20
Nerea Blanco. A ver, el tema del aburrimiento y la filosofía. Yo misma lo digo en mi libro. La filosofía es un poco como las lentejas, que si quieres las tomas y si no, las dejas, pero además no te sientan igual en verano que en invierno. Nadie en agosto, en Madrid, se tomaría un plato de lentejas. Pero hay otros momentos en los que sientan muy bien y son muy necesarias. Entonces, la filosofía es cierto que no puede ser la cosa más divertida del mundo, pero tampoco tiene por qué ser un tostón. Yo utilizo muchísimo los ejemplos y las metáforas, aparte de porque Nietzsche lo hacía, ¿por qué no hacerlo yo también? Sobre todo lo de las metáforas. Porque creo que hacer las cosas fáciles no siempre es malo. El poner un escalón para que alguien pueda subir más fácilmente a un sitio o ir con ruedines antes de soltarte a la aventura de ir ya sin ruedines con la bici y subirte por la montaña, es siempre algo bonito y de cuidar a los demás. El poner esa especie de: “voy a hacerte las cosas más fáciles”. Entonces, en ese sentido, yo recurro mucho a la cultura popular porque me parece una manera de facilitar el acceso a algo que mola mucho, pero que si no te han puesto los ruedines o el escalón, pues de repente entrar en la ‘Crítica de la razón pura’, entiendo que no dices: “Voy a entrar”. Pues a lo mejor no, pero después de que te hayan hecho como un caminito y decir: “Mira este autor va a ir por aquí. Luego va a decir esto y más”. Pues cuando entras dices: “Sé por dónde voy a ir”.

14:58

Y luego por otra parte, en mi libro también utilizo lo que para mí han sido, no sé, mis cosas fetiche. Mis canciones, mis libros, mis grupos, mis películas. Porque creo que también es bonito que lo que para mí ya es un clásico, como pueda ser ‘Matrix’, las futuras generaciones… Tú, por ejemplo, te digo ‘Matrix’ y me dices: “¿Y eso que es?” O ‘Blade Runner’. Hombre, confío en que haya un mínimo, pero aun así, no todo el mundo las conoce. O ‘Los Suaves’ o ‘Barricada’. Yo que sé. Grupos que la gente dice: “¿Y esto?, ¿De qué me estás hablando?”. Es una manera de dejar una especie de regalo de: “Esto mola. Que no se pierda”. Y por eso también utilizo mucho música, cine y dejo ahí una especie de regalo de: “Toma, te regalo mi tesorito de cosas que me gustan y ya eliges tú si te gustan o no, pero al menos que sepas que esto mola”.

15:56
Javier Merino. ¿Y podrías ponernos algún ejemplo de alguna de esas películas o música que utilizas?

16:03
Nerea Blanco. Pues a ver, por ejemplo, ‘Héroes del silencio’ sale varias veces y una de ellas me sirve para enlazar sobre la idea de virtud en Aristóteles. Dice: “Camino del exceso, fuente de saber”. Bueno, pues a partir de ahí, pensar en los excesos y llegar a la idea de justo medio que plantea Aristóteles a la hora de cómo actuar en la vida. También hay un momento en el que pienso en la película de ‘Amanece, que no es poco’ para hablar de la teoría de Hume, de la causalidad. Porque nos planteamos si el sol siempre va a salir por el mismo sitio y todos decimos: “Sí”, pero de repente en la película de ‘Amanece, que no es poco’ un día el sol sale por el lado contrario y ellos no se lo toman como algo extraño. Entonces me sirve para unir una película muy rara con un pensamiento también algo raro de un filósofo. ‘Matrix’ es la típica de pensar en Descartes y su idea del genio maligno, o incluso para pensar en la idea de alienación de ‘Matrix’. Y luego está ‘Blade Runner’, que también no sé cuántas veces lo nombro en el libro, pero porque sirve para muchas cosas y sirve para pensar, sobre todo en quiénes somos y quiénes son los otros.

17:13
Javier Merino. Respecto a las salidas que tiene la filosofía a nivel laboral, me gustaría que le dieras un consejo a alguien que quiere dedicarse a la filosofía profesionalmente.

17:22
Nerea Blanco. A ver, el tema de las salidas y filosofía es como un mantra que nos repetimos, que la filosofía no tiene salidas. Siempre podemos ser docentes, también podemos ser docentes en la universidad. Hay una salidas muy claras y luego también está mi caso. Yo me he ido inventando salidas. En realidad, no he inventado la rueda, porque charlas se han hecho siempre, talleres, cursos, el merchandising se ha hecho siempre. O sea, insisto, no he inventado la rueda, pero he intentado crearle esos espacios que creo que la gente busca. O sea, voy a poner mi ejemplo: yo cuando empecé con esto iba llevando camisetas a puestos. La gente no venía a mí a por la camiseta, venía a preguntarme por el sentido de la vida. Entonces yo me di cuenta de que la gente está necesitada del diálogo, de las preguntas, de la filosofía. Y que hay maneras. Hay posibilidades de hacerlo. ¿Que si es fácil? Pues no te lo voy a negar, esto no es fácil. Yo he estado a punto de tirar la toalla veintisiete veces, pero bueno, hoy estoy aquí. Entonces, pues bueno, hoy parece que no he fracasado demasiado y he conseguido una cierta estabilidad. Pero es que creo que, en realidad, hoy en día ¿qué narices tiene una salida que digas: “Es fácil, voy a conseguir un trabajo estable y a tener una familia y unos hijos”? No, es que esa vida ya no existe. Entonces, bueno, pues teniendo en cuenta que vivimos en el mundo de la fragilidad constante, arriésgate. Eso está ahí.

18:58
Javier Merino. Bueno, Nerea, a mí me gustaría comentarte que a la hora de elegir la carrera una de las opciones que tenía era estudiar filosofía. Pero claro, siempre me encontré con esos típicos comentarios que se hacen cuando decides elegir una carrera que se sale de lo típico, que son: “Te vas a morir de hambre” o “Eso no tiene salidas”. Entonces a mí me gustaría preguntarte si crees que cada uno debería seguir su vocación sin importarle la supuesta utilidad impuesta por la sociedad de lo que quiere estudiar.

19:36
Nerea Blanco. Esto, de alguna manera, pueda estar incluso ligado a lo que comentaba antes sobre lo apolíneo y lo dionisíaco. Lo apolíneo sería el: “Busca que tenga utilidad, el que tenga unas salidas”. Lo dionisíaco es: “Deja que las emociones te guíen y voluntad”. Según tenga cada uno su filosofía de vida, tomará decisiones. Es cierto que, claro, yo tuve la suerte de que tuve un apoyo extra que no se suele tener, que es el de mi familia. Pero creo que el tema de la vocación es casi una idea de Mr. Wonderful, de: “Persigue tus sueños. Todo saldrá bien”. Yo creo que querer no es poder, pero sí que creo que ese querer o ese amar hace que las cosas sean más fáciles. Cuando tú quieres a alguien o amas a alguien y tienes que hacer algún tipo de sacrificio, no te resulta tan exagerado o no te pesa tanto. Entonces, en ese sentido, creo que si tú sientes un verdadero amor por algo, mientras estés caminando y haciendo cosas por ello lo vas a disfrutar bastante y hará que las cosas puedan o no salir bien, pero al menos lo vas a disfrutar.

20:49

También es cierto que muchas veces el “persigue tus sueños” no tiene en cuenta, lo que yo digo, la red de apoyo. El tener buenos amigos, una familia… El tener incluso una cierta estabilidad económica y suerte. También hace falta suerte. Entonces bueno, si poco a poco vas generando esa especie de red, las cosas es más probable que te salgan. Eso respecto a la idea de vocación, que hay que tener cuidado con a qué llamamos vocación y cuánto nos queremos involucrar. Pero luego está también la idea de utilidad. El mantra de “lo útil es lo único valioso” es también muy peligroso. Cuando uno piensa en lo útil, piensa en lo útil inmediato. Aprendo a sumar para hacer cuentas para poder comprar en el súper. Pero es que la utilidad no tiene por qué ser inmediata, eso para empezar. La filosofía, ya he dicho, es una herramienta que te sirve para pensar y para organizarte la vida y organizar muchas cosas. Entonces, ¿por qué no darle un valor en ese sentido? Y creo, incluso, como viene a decir Marina Garcés, que la filosofía no es útil o inútil, es simple y llanamente necesaria. Somos seres pensantes y tenemos que aprender a pensar, a tener un pensamiento crítico. Y lo que nos va a dar esa posibilidad es la filosofía. Entonces, remarquemos el valor de la filosofía más allá de lo útil e inmediato que nos pide este sistema en el que estamos.

“La filosofía es de los jóvenes”. Nerea Blanco, filósofa y divulgadora
22:20
Javier Merino. Últimamente se habla mucho de dar protagonismo a mujeres de distintas disciplinas que han quedado olvidadas en la historia y me gustaría que nos hablaras de alguna filósofa, o varias filósofas, que crees que se deberían incluir en los planes de estudio.

22:37
Nerea Blanco. Bueno, pues la verdad es que la lista podría ser innumerable, pero vamos a ser comedidas y creo que cabe señalar, en primer lugar, a Hannah Arendt con su idea de banalidad del mal porque, tal y como está la sociedad ahora mismo, es muy necesario volver a recordar por qué se escribió ese libro, en qué momento y recordar lo que decía de mirar atrás para que no se repitan historias. Simone Weil es otra autora que me parece superimportante y supernecesaria. Tiene una manera de entender lo político muy humana, muy emocional y muy bella. Y luego, dentro del marco del feminismo, que es algo que ahora está extremadamente en auge y por eso precisamente estamos intentando dar voz y visibilidad a las mujeres, podemos encontrar autoras como Mary Wollstonecraft, con su libro ‘Vindicación de los derechos de la mujer’, que es, digamos, la primera figura que consideramos feminista. Olympe de Gouges con los derechos de la mujer y la ciudadana. Y Simone de Beauvoir que con su libro ‘El segundo sexo’ es clave para entender el feminismo que estamos viviendo hoy en día.

23:51

Y por último, ¿por qué no?, recordar a una filósofa española que es maravillosa y le encantaban los gatos, que es María Zambrano. María Zambrano recoge a Nietzsche y toda esa visión que tiene Nietzsche tan del individuo y de recuperar la vida y el aquí y el ahora y esa misma visión tan individualista es capaz de llevarla a una visión mucho más política. Porque ella fue una filósofa que vivió en el exilio y estaba bastante metida en esto de la cuestión política. Entonces consigue hacer un pensamiento muy bonito. De María Zambrano hay un libro, una obra que me fascina, que es ‘Persona y democracia’ que me parece megaútil para intentar entender cómo trabajar el ser individuo dentro de la colectividad. Cómo diferenciar entre el ser persona, el ser individuo dentro de la ciudadanía, de la democracia. Y eso, me parece un libro muy necesario también para estudiar. Entonces, bueno, yo creo que con esas recorreríamos o tocaríamos bastantes piezas necesarias. Y se puede ver que no toda filósofa tiene por qué ser feminista, que las filósofas pensamos sobre el mundo y sobre muchas más cosas aparte del feminismo.

25:14
Javier Merino. Precisamente hablando de este tema, uno de los capítulos de tu libro habla sobre feminismo y en él dices que las feministas actuales sois las hijas desterradas de la Ilustración. Me gustaría que nos dieras un punto de vista más amplio sobre cómo ves tú este movimiento.

25:33
Nerea Blanco. Es cierto que ese lema de “Somos las hijas de desterradas de la Ilustración” es un poco también un guiño al que se suele ver de: “Somos las hijas de las brujas que no pudisteis quemar”. Pero quería intentar que con mi libro se entendiera que el movimiento feminista no es simplemente movimiento, no es simplemente acción o activistas, sino que todo esto nació… Como he comentado antes, la acción requiere de un pensamiento previo. Entonces, ¿quiénes fueron las primeras que pensaron que las mujeres teníamos que tener voz, tener nuestros espacios y ser parte de la ciudadanía, ser personas dentro de la sociedad? Las primeras que se levantaron y dijeron: “Oye, nosotras queremos ser parte de todo esto”, fueron mujeres en la Ilustración. Como he comentado antes, Mary Wollstonecraft o Olympe de Gouges vienen a decir: “Queremos ser también ilustradas como vosotros. Queremos ser educadas. No queremos ser jarrones bonitos que simplemente estamos aquí para cuidar de los hijos o para no formar parte de nada”. Eran bonitas y eso era todo lo que tenían que ser para tener un valor. Entonces empezaron a decir: “No, nosotras también pensamos también queremos formar parte de esto”.

26:49

Después de la ilustración llegan las sufragistas, que dicen: “No solamente queremos ser educadas y tener voz, también queremos tener voto”. Y se levantan y piden el voto. Y cuando he nombrado a Simone de Beauvoir para decir: “Con ella entendemos mucho más lo que estamos viviendo ahora” es porque eso llega a mediados del siglo XX. Simone de Beauvoir y, me parece que también es muy necesario recabar o traer ahora a Virginia Woolf, como dos pensadoras que dieron como un martillazo, igual que hizo Nietzsche en su momento de decir: “Mira, hasta aquí”. Simone lo que viene a decirnos es: “Yo no soy la costilla de nadie. Yo no he venido aquí a completar a nadie. Estoy cansada de ser el complemento o ser ‘para’ ti. Yo tengo mi individualidad y tengo que dejar de ser ‘la otra’ dentro de todo esto. Tengo que ser autónoma”. Y en ese momento es cuando realmente hay como una sensación de: “He vivido engañada todo este tiempo”. La idea del príncipe azul, de “Tengo que encontrar media naranja”. Esto es todo un constructo social.

27:55

Y luego está eso, Virginia Woolf lo que viene a decir también es algo que es muy obvio y es:” Aparte de sentirme autónoma, tengo que tener un espacio para ser autónoma. Necesito mi habitación propia. Necesito mi dinero para ser”. Unas condiciones materiales determinadas para poder ser, porque somos seres que necesitamos una casa, un abrigo, unas determinadas cuestiones. Entonces son dos pensadoras que nos traen la relevancia de: “Sé autónoma y consigue tu propio trabajo o consigue tu propio espacio”. Me parece, eso, que son las figuras que más hay que reivindicar ahora mismo. Es cierto que luego seguimos, hay muchas más, pero yo me he quedado sobre todo en mi libro con esas dos figuras, porque me parecen clave para que las que ya están dentro del movimiento vean cuáles han sido los pensamientos que nos han llevado a estas acciones.

28:55
Javier Merino. Bueno, ahora me gustaría hablarte un poco sobre la juventud de hoy en día y sobre la preocupación que hay acerca del futuro. Mucha gente de mi edad está preocupada por no encontrar trabajo, debido también a la precariedad que hay. Está preocupada por su futuro, por la incertidumbre que tienen. Entonces me gustaría que… Tú como filósofa ¿qué consejo darías a la juventud?

29:24
Nerea Blanco. Sobre la incertidumbre, bueno, cuando a mí me tocó empezar en el mundo ya de adultos, de la carrera y luego al mundo laboral, a mí me tocó una crisis, la del 2008. Yo también me enfrenté a la incertidumbre, y además, eso, haciendo filosofía, de: “¿Y ahora qué?” Es cierto que desde mi generación a la tuya lo que nos encontramos es lo que podemos llamar modernidad líquida o podemos llamar sociedad sin certezas, y es eso, que nos encontramos con una especie de vacío de: “¿Y ahora qué?”. Y yo, como llevo a mis amigos muertos conmigo siempre, hubo un momento en el que les dije: “Bueno, ¿y ahora qué? ¿Cómo os habéis planteado vosotros cuando habéis visto una nada delante?”. Y entonces me acordé de Nietzsche. Nietzsche fue el primero que dijo: “Mira, Dios no existe. La seguridad de que va a haber un mundo más allá o una guía de conducta, todo eso no existe”. Entonces aparece lo que llamamos el nihilismo. Y ante el nihilismo podemos tener dos posturas: una es la de “me enfado y no respiro”, que sería un poco de Schopenhauer, en el sentido de: “Pues esto no me gusta. Menuda mierda. Qué frustración”. Pero tenemos la otra versión de: “Bueno, pues si no hay nada, pues puedo inventarme lo que quiera”.

30:50

Otro de los ejemplos que suelo poner ante el nihilismo activo y el pasivo es: cuando estás solo en casa y no están tus padres, montas fiesta. Sí, no lo vas a reconocer, pero todos, que hemos sido jóvenes, cuando los padres se iban de casa hacíamos fiesta. Bueno, ¿por qué no pensar en el mundo igual? “Pues si no hay nada, hagamos una fiesta”. Y en ese sentido podemos encontrar a los existencialistas, que son también filósofos que se plantean esto. Dicen: “Vale, si yo no soy nada por mí mismo, no tengo una esencia, sino que lo único que me queda es construirme hacia un futuro incierto, ¿cómo lo enfoco?”. Los existencialistas se dan cuenta de que somos “seres para la libertad”. Que tú dices: “Nerea, ¿qué es eso?”. Pues somos seres que lo que vamos a hacer constantemente es elegir. Elegir todo el rato. Queramos o no, vamos a estar eligiendo. Aunque solamente sea si salgo o no salgo de la cama, si me pongo chaqueta o no me pongo chaqueta, si me maquillo o no. Todo son elecciones, constantemente. Entonces, somos seres libres y, de alguna manera, estamos condenados a ello. Estos existencialistas de los que te hablo tienen una especie de padre, un precursor, ese precursor es Kierkegaard. Kierkegaard es el primero que sufre esa especie de extrañeza ante el darse cuenta de que lo que tenemos es libertad constante.

32:19

Él lo llama “vértigo» a la libertad. Nosotros, creo que lo llamamos hoy en día algo así como «ansiedad», porque tal y como lo describe en su libro, me parece que se parecen mucho. Y mientras que hoy es un sentimiento que todos tenemos, el miedo a lo que está por venir, Kierkegaard lo vio hace mucho tiempo y fue el que nos empezó a decir: “Ojo, ser libres es también ser conscientes de nuestros actos”. Porque también está esa otra parte, el: “Yo soy yo y lo que vaya a hacer con eso va a afectar a los demás y me va a afectar a mí mismo”. El ser consciente de que las decisiones tienen unas consecuencias es también propio del existencialismo y también es algo que tenemos que pensar como jóvenes de hoy en día, las consecuencias de todo aquello que decidamos. Camus lo que viene a decir, por ejemplo, es: “Mira, vamos a pensar que el mundo es absurdo. Si el mundo es absurdo y puede pasarte tanto lo bueno como lo malo, piensa mejor que te puede pasar lo bueno. O piensa que te puede pasar cualquier cosa”. Es mucho más agradable cuando aprendes a no tener expectativas y decir: “Bueno, pues vamos a ver qué pasa”. Es un poco también cómo salimos cuando salimos de fiesta. Dices: “Jo, pues podrían pasarme cosas malas”, pero nunca vas pensando que te van a pasar cosas malas estando de fiesta.

33:50

Entonces, si asumes que la vida es una fiesta, que es un juego o que es un espacio de creación más allá de un espacio delimitado por unas obligaciones, puedes llegar a disfrutarlo. Ahora, es cierto, tampoco es cuestión de estar siempre de fiesta, porque en algún momento querrás lo que decía Virginia: tu espacio propio y tu vida. En ese sentido, creo que los jóvenes tenemos, por una parte, que aprender mucho del existencialismo. Bueno, iba a pensar en el estoicismo, pero no, yo sigo pensando que la clave está en el existencialismo y en la lucha, en el reivindicar también que podemos aprender a vivir sin certezas, pero hasta cierto límite. Entonces creo que nos queda, a tu generación y a la mía, un trabajo interesante por delante. Hay una cosa que también hay que valorar y es que somos, en tanto que existencialistas, en tanto que caminamos hacia adelante con nuestras acciones, somos seres futuribles. Lo único que tenemos es tiempo. Nuestra vida es tiempo y tenemos que ser muy conscientes de qué hacemos con nuestro tiempo y cómo nos vamos caminando poco a poco hacia el futuro.

“La filosofía es de los jóvenes”. Nerea Blanco, filósofa y divulgadora
35:09
Javier Merino. Para terminar, me gustaría que nos dijeras por qué recomendarías a los jóvenes y a los no tan jóvenes que se interesen por una disciplina que puede cambiar tanto nuestras vidas como es la filosofía.

35:24
Nerea Blanco. Pues tú mismo lo has dicho: puede cambiar nuestras vidas. La filosofía necesitamos que vuelva a estar viva y a moverse. Y creo que a lo largo de la entrevista he ido diciendo varias cosas por las que la filosofía es necesaria. Pero bueno, las recojo así en cuatro palabras: nos da perspectiva, nos guía, nos orienta vitalmente, nos permite tener un elemento civilizatorio y es una herramienta para pensar mejor; y pensar mejor al final es elegir mejor o intentar elegir mejor. Además, creo que, como te decía, somos una generación que tenemos un gran reto por delante y por hacer una especie de cierre de círculos, todo esto comenzó con Camus y quería también terminar con Camus y recoger una cita suya que era algo así como que su generación tenía un reto por delante que no era tanto cambiar el mundo, que era lo que le había pasado a las anteriores, que se creían que tenían que cambiar el mundo; sino conseguir que no se deshaga. Y creo que, aunque ha pasado mucho tiempo desde entonces, nuestras generaciones tienen el mismo reto, que es conseguir que el mundo no se deshaga y que cada vez sea más justo. Y en eso la filosofía tiene mucho que hacer.

36:50
Javier Merino. Muchas gracias, Nerea, ha sido un placer charlar hoy contigo y conocerte.

36:55
Nerea Blanco. Igualmente. Todo un placer.