COMPARTIR
Generated with Avocode. Path Generated with Avocode. Rectangle Copy Rectangle Icon : Pause Rectangle Rectangle Copy

“El cambio climático existe y nosotros lo amplificamos”

Mario Picazo

“El cambio climático existe y nosotros lo amplificamos”

Mario Picazo

Meteorólogo y profesor


Creando oportunidades

Más vídeos sobre

Mario Picazo

¿Qué tiempo hará hoy? Mario Picazo tiene la respuesta. Durante casi dos décadas informó, a través de los televisores de los españoles, de si había que coger el paraguas o la toalla de playa. Ahora, reconvertido en hombre del tiempo 2.0, trabaja como meteorólogo de Eltiempo.es.
El también presentador, descubrió su pasión siendo niño. Cuando los chicos de su edad rodaban en patinete, él le quitó las ruedas y clavó unas pelotas de pimpón para construir un anemómetro. Desde entonces ha perseguido tornados, caminado por el pueblo más seco del mundo o viajado al lugar más frío del planeta. Su amor por los fenómenos meteorológicos y por la sabiduría popular, han quedado patentes en la serie de televisión ‘Climas extremos’ o en su libro ‘Los grillos son un termómetro: curso práctico de meteorología’.
Picazo reviste su profesión con una pátina de aventura, pero advierte de que la meteorología requiere “lidiar con las matemáticas y con la física, porque son las ecuaciones las que predicen el tiempo”. Por eso estudió Física en la Universidad de Barcelona, Matemáticas y Geografía en la Universidad de Nuevo México y se doctoró en Ciencias de la Atmósfera en la Universidad de California en Los Ángeles, donde actualmente es profesor de Meteorología y Cambio Climático. “Ya podemos empezar a relacionar con bastante precisión sequías, olas de calor, inundaciones y fuertes episodios de lluvia con el cambio climático”, afirma el experto.
¿Qué clima tendremos mañana? Mario Picazo también puede darnos respuesta a esta cuestión. Habla de crisis climática, aunque está convencido de que “si educamos a las nuevas generaciones estamos a tiempo de desacelerar el cambio climático”. Y sentencia: “La profesión del futuro es esta: intentar buscar soluciones”.


Transcripción

00:17
Mario Picazo. Hola a todos. Soy Mario Picazo, un meteorólogo, profesor, y quiero agradeceros que estéis todos aquí hoy para hablar de esta loca ciencia de la meteorología que sé que a todos os apasiona tanto como a mí porque, al final, yo creo que todos somos, o todos tenemos, una pequeña pasión por la meteorología. Unos más que otros, pero tengo que deciros una cosa también, dentro de mi profesión que es una parte mediática, otra parte educacional como profesor de universidad. La parte mediática es una parte, os diría, que es muy desagradecida porque cuántas veces habéis pedido una predicción del tiempo, a lo mejor si conocéis a un meteorólogo, sobre un evento que tenéis un fin de semana especial, una boda o una comunión, y el meteorólogo como yo os dice: «Bueno, pues va a hacer este tiempo». ¿Qué tiempo hará? Y llega ese evento, la predicción se cumple perfectamente y nosotros no recibimos ningún tipo de comentario. Ahora como no se cumpla… ¡qué desastre! Es una profesión muy desagradecida. Os acordáis mucho de los errores, pero no de los aciertos. Y esta es una profesión en la que cada vez, afortunadamente, tenemos más aciertos. Y la verdad es que muchos os preguntaréis: «Bueno, ¿pues cómo llegaste a esto de la meteorología?». Porque la verdad es que esta es una profesión cada vez más común. Hay mucho trabajo que hacer. Tenemos una tarea tremenda que hacer en lo que se refiere, sobre todo, a la parte climática del planeta y que tiene que ver con la meteorología, pero en los viejos tiempos, y ya tengo mis años aquí en la meteorología, no había tantos meteorólogos.

01:45

Me encontré con una profesora en el colegio y yo estaba entonces en segundo de BUP, profesora de Ciencias Naturales, que por primera vez me expuso este tema de la meteorología. Y yo era una aficionado a la ciencia, me gustaba la geología, me gustaba la biología, pero no tenía esa pasión por la meteorología. Y un día esta profesora se cruzó por mi camino y me dijo: «Mira, pues esto son las nubes, así sopla el viento…». Los ojos se me abrieron y dije: «Esta es mi pasión», y a partir de ese momento, 12 años, ya sabía lo que quería hacer. Me podía haber desviado por el camino, haber hecho otra cosa y alguna cosa ha hecho por ahí fuera de la meteorología, pero en general he seguido esa recta porque tengo una pasión por esta ciencia que creo que es comparable con otras, pero tiene unas cosas muy especiales. A los 12 años me construí mi propia estación meteorológica. Entonces a mis padres les decía: «Yo quiero ser meteorólogo», ellos decían: «Venga va». Una estación meteorológica en aquellos años costaba un dineral. Hoy en día tenemos estaciones meteorológicas mucho más asequibles económicamente hablando sin que sean muy, muy técnicas. Entonces, dije: «Me voy a construir mi propia estación meteorológica, ¿qué me hace falta? Un anemómetro. Bueno, ¿pues anemómetro cómo lo hago? Pues vi que en un libro de meteorología americano había un chico que se había hecho un anemómetro utilizando un patinete y unas pelotas de ping pong. Yo hice lo mismo, cogí un patinete y le quité las ruedas, le clavé unas pelotas de ping pong, me fui en el Dyane 6 de mi madre por el paseo marítimo de donde vivía, lo sacaba por el techo a distintas velocidades, conducía mi madre, iba haciendo anotaciones porque cada vez que daba la vuelta el anemómetro se encendía una bombillita, y ese fue mi primer anemómetro.

03:19

Me hacía falta un higrómetro para medir la humedad relativa: «¿Cómo hago un higrómetro?». Bueno pues fui a mi hermana y le arranqué tres o cuatro pelos de la cabeza y me hice un higrómetro porque el pelo se extiende y se contrae con cambios de humedad, e hice un pequeño higrómetro que no me daba la humedad relativa perfecta, pero me decía si subía o bajaba. Yo estaba emocionado y así fui haciéndome una estación meteorológica hasta el día que dije: «Oye, pues esto tiene su mérito, lo voy a presentar a un premio». Entonces había un premio de científicos, jóvenes científicos e inventores se llamaba, que se llamaba el premio Holanda y la gente que lo vio dijo: «Esto es una maravilla. A las finales del premio Holanda». No gané el premio, pero estuve aquí en Madrid emocionado con mi estación meteorológica. O sea que al final todo esto me ha llevado por un camino de pasión por una ciencia que, luego aparte de mediática, ha sido muy educacional. Llevo años vinculado a la universidad, hoy en día más al tema del cambio climático que es un tema que creo que nos preocupa mucho y que seguro que vamos a poder hablar largo y tendido sobre él aquí hoy, sobre algunos aspectos que son realmente importantes. Pero al final, lo más importante de todo es que cuando tienes pasión por una cosa, como yo la he tenido desde un principio, vas desarrollando facetas que te van haciendo escalar cada vez más en este mundo que, como os digo, para mí es apasionante y yo sé que todos en general tenemos esa pequeña espinita de meteorólogos porque todos nos preocupamos por la meteorología de una forma o de otra. Creo que hoy mucho más y por eso, lo que en el pasado parecía una profesión un poquito más extraña, hoy se ha convertido en una profesión mucho más habitual. Ya no solo por ser meteorólogos, sino porque hay gente que trabaja en medioambiente, gente que se dedica a la predicción meteorológica, a la predicción del clima, y hay gente que trabaja directamente con todo el impacto que esas ciencias tienen sobre el medioambiente en general. O sea que esta es una ciencia apasionante.

05:05

Ese ha sido mi camino, pero yo no quiero hablar… Me voy a poner de pie como hacen los hombres del tiempo porque estoy acostumbrado a trabajar de pie, pero lo voy a hacer solamente para deciros que esa es una pasión que he desarrollado, pero hoy espero que aquí hablando con vosotros podamos intercambiar, me podéis preguntar cosas tanto de la faceta quizás más conocida mediática que tengo aquí en España, como la faceta que creo que muchos desconocéis que es la de profesor. Hoy sigo trabajando mediáticamente en temas de meteorología a través de «eltiempo.es» y vinculado a la tele, pero mi faceta también ha sido… otra vez he ido más hacia lo académico, ¿por qué? Porque he visto que en estos años en los que el cambio climático se ha convertido en una cosa fundamental que necesita ser investigado y necesita ser solucionado, me ha vuelto esta pasión académica por la docencia y la investigación, y por eso, aunque lo he hecho toda mi vida, he vuelto a ella y estoy otra vez más vinculado a esa faceta. Pero yo espero que todos vosotros que estáis aquí ahora podáis lanzar vuestras preguntas y podamos intercambiar información, y seguro que tenéis dudas que yo espero poder resolver, y espero poder contaros cosas importantes de lo que estamos haciendo hoy en meteorología, que es al final lo que realmente creo que os interesa a los que estáis aquí. O sea que abro esa rueda de preguntas y espero poder daros una respuesta lo más didáctica y educacional posible porque es lo que realmente al final llega a todos.

06:30
Ana. Hola, Mario, soy Ana. Nos podrías contar un poco cómo ha cambiado la forma de predecir el tiempo a lo largo… sé que eres profesor y que eres meteorólogo también… a lo largo de la historia, y qué instrumentos se utilizaban para predecir el tiempo.

06:45
Mario Picazo. Bueno, pues muy buena pregunta porque la gente se cree que esto de la meteorología es una ciencia muy reciente, pero bueno, es que podemos hacer marcha atrás siglos y siglos, y la verdad es que podríamos quitarnos el sombrero ante los que hacían predicciones del tiempo entonces. La meteorología empezó mucho antes que Cristo, de hecho, aunque se tomaban datos, se empezaba a observar y a relacionar, por ejemplo, el Sol, la posición de los planetas, de las estrellas con fenómenos meteorológicos y ciclos, hasta que empezó la escritura hace miles de años, 3000 años antes de Cristo, imagínate, no se empezó a recopilar toda esa información. Entonces, fue cuando empezó de verdad la meteorología, pero los primeros meteorólogos realmente eran sacerdotes y chamanes, era como un poco mitológico y tenían una función que, hoy en día, si fuera un meteorólogo de entonces seguramente no habría cogido el trabajo porque ahí rodaban cabezas realmente. O sea, hoy en día también ruedan cabezas. Entonces, los meteorólogos, realmente estos sacerdotes y estos chamanes, tenían que prácticamente luchar contra la furia de los dioses porque a la hora de predecir fenómenos meteorológicos extremos como unas inundaciones, unas riadas, una situación muy extrema, era casi como que tenían que anticiparla para que no se produjera, invocar a los dioses a Zeus, a Helios, el dios del sol, o a Eolo el dios del viento… intentar que al final eso no se produjera. Así empezó la meteorología.

08:06

Luego ya, poco a poco, fueron entrando los babilonios, que los babilonios observaban mucho el sol, los planetas. Y fueron haciendo predicciones mucho más exactas de cómo cambiaba el tiempo con estaciones y demás. Y así fue evolucionando todo hasta que llegamos a un tiempo en el que empieza a aparecer más la instrumentación. Los primeros instrumentos también eran complicados de diseñar. Por ejemplo, tenemos a Galileo Galilei que inventó el primer termómetro, o incluso a Torricelli que inventó el barómetro, pero que inventó un barómetro más refinado porque previamente había tenido otro predecesor y decidió utilizar agua, que era un líquido obviamente menos denso que el mercurio. Entonces, para hacer un barómetro tuvo que hacer un barómetro de diez metros de longitud. Imagínate toda la planta de un edificio con un barómetro. Finalmente llegó Torricelli y le dijo: «Mira esto está muy bien, pero yo voy a hacer un barómetro con mercurio, de forma que sea de un tamaño más razonable», el que a veces hemos visto en la pared de las casas, aunque ahora casi todos los barómetros ya no son de mercurio porque son muy caros y son metálicos. O sea que la meteorología ha tenido mucho recorrido y por eso con la poca tecnología que había, el hacer una predicción meteorológica era de alto riesgo. Pero bueno, hoy en día tenemos tecnología mucho más avanzada: han aparecido los satélites, ha aparecido instrumentación mucho más precisa, y por lo tanto sin buscar excusas, los meteorólogos siempre decimos: «Esto es una ciencia inexacta, no tenemos tantas excusas porque tenemos tecnología mucho más precisa que nos permite hacer predicciones mucho mejores que las que hicieron nuestros antepasados hace ya miles de años».

09:37
Ana. Hola, Mario, soy Ana. Hoy en día con todos los avances tecnológicos que hay, ¿podrías contarnos cómo se predice?

09:45
Mario Picazo. La predicción del tiempo requiere muchas horas de investigación. O sea porque aunque vosotros al final, todos ustedes, todos vosotros, veis un mapa del tiempo con unos símbolos y decís: «Ah, mira, han puesto ahí unos soles y unas nubes», detrás de eso hay muchísimo. Hay muchísima investigación y hay muchísimo desarrollo tecnológico. O sea, porque el hecho de que podamos hacer una predicción meteorológica depende, sobretodo, de cuánto entendamos la dinámica de la atmósfera y los océanos. Es decir de lo que gobierna eso, y al final los científicos lo que hacemos es diseñar ecuaciones que representan esa dinámica. Entonces, para llegar a generar esas ecuaciones que alimentan unos modelos de cálculo numéricos que son modelos numéricos con muchas ecuaciones, hay que investigar. No sabes lo que poner en la ecuación si no sabes exactamente qué está pasando en la atmósfera y en los océanos. Entonces, al final, nuestras predicciones se basan en eso: en muchas ecuaciones, en muchos números. La gente a veces me dice: «Quiero ser meteorólogo», y digo: «¿Te gustan las matemáticas, te gusta la física?». «No, no». «Entonces cambia de profesión». O sea para ser meteorólogo hay que lidiar con las matemáticas, hay que lidiar con la física, porque al final todo acaba en ecuaciones que, de alguna forma, son las que predicen el tiempo. Eso por una parte, por otra parte, la tecnología es importante para hacer esas predicciones de modelos numéricos que cada vez contienen más y más ecuaciones, miles de ecuaciones en estos modelos de cálculo, necesitamos ordenadores muy potentes. Cuanto más potente es la informática, mejores son las predicciones y eso ha evolucionado muchísimo.

11:17

Hace años los ordenadores eran muy lentos, para calcular cómo evoluciona la atmósfera había que esperar horas, y horas, y horas, hoy lo podemos hacer mucho más rápidamente y con mucha más precisión. Y luego, otra cosa que también influye es que nosotros antes de echar a andar un modelo de estos con muchas ecuaciones, necesitamos hacer, lo que llamamos los meteorólogos, una inicialización. Es decir, un punto de partida, y ese punto de partida requiere que tengamos muchas observaciones. La malla de observaciones hace un siglo era muy escasa, teníamos puntitos por aquí y por allá. Imaginaos observatorios meteorológicos repartidos por todo el mundo. Hoy en día esa red es mucho, mucho más densa. Entonces, ¿qué pasa? Que a la hora de empezar un modelo de cálculo, es decir, para poder calcular qué tiempo va a hacer mañana o dentro de siete días, necesitamos empezar con lo que hay ahora mismo, en este momento, y a partir de ahí calculamos. Si lo que tenemos ahora mismo no es preciso, el error se amplía. Entonces, hoy en día tenemos una red de observaciones mucho más precisa que nos permite que nuestros modelos de ecuaciones sofisticadas funcionen mucho mejor y así calculamos el tiempo grosso modo, lo hacemos con muchas matemáticas, con mucha física, con mucha investigación, porque hay gente que está estudiando cómo funciona una nube y cómo puedo parametrizar esa nube con ecuaciones. Eso requiere horas de investigación y eso, hoy en día, es gracias a que muchos gobiernos del mundo están apostando por esa investigación, aunque otros recortan, otros aportan, es como calculamos y hacemos la predicción del tiempo día a día.

“El cambio climático existe y nosotros lo amplificamos” - Mario Picazo
12:40
Arsenio. ¿Es la meteorología una profesión de futuro? Si es sí la respuesta, ¿cómo se podría llevar al ámbito de los más pequeños, a la educación primaria, por ejemplo?

12:52
Mario Picazo. Yo creo que la meteorología ya es una profesión de futuro. Va a ser una disciplina dentro de lo que llamamos «medioambiente», de futuro cada vez más importante. Creo que es fundamental empezar por abajo. No quiere decir que los demás estéis ya: «Da igual lo que hagáis», no, ni mucho menos. Todos contamos, pero realmente para construir lo que hay que construir en los próximos 20 o 30 años necesitas que un chaval de 7 u 8 empiece a actuar y hacer las cosas que pueden, realmente, ayudar a que lleguemos a esos compromisos que estamos planteando en muchos sitios del mundo ahora mismo. Entonces, empieza por la educación y empieza por introducir, a lo mejor, disciplinas que no están quizá tan desarrolladas a nivel educacional en los colegios. Temas de sostenibilidad, pero temas de hábitos, también, no solo decir: «El efecto invernadero es que tenemos…», eso es importante que lo aprendan, pero ¿cómo puede evitar que lleguemos a esa situación? ¿Qué hábitos puedo hacer o qué hábitos puedo aplicar en mi día a día y cómo puedo en un futuro yo contribuir a que esto realmente sea de otra forma? Entonces, es un tema educacional. No te digo que a lo mejor es difícil de inculcar a niños muy pequeños, pero cuanto antes empecemos, antes vamos a llegar a un nivel más maduro dentro de la educación donde los chavales estén totalmente preparados para esto y lo vean como una cosa totalmente normal. Y por eso creo que es importante empezar por ese escalafón del sistema educacional.

14:23
Carolina. Siempre me gusta quedarme a ver el tiempo después de las noticias y ya que te tenemos aquí me gustaría hacerte una pregunta: en la calle se oye a veces la frase de que el tiempo ha cambiado o que el tiempo ahora es más seco. ¿Nos podrías contar la relación entre el tiempo y el clima?

14:41
Mario Picazo . Esa es una buena observación porque la gente confunde esas terminologías. Yo siempre digo una cosa, para que sea fácil de entender, el clima es como tu personalidad, y el tiempo es como tu estado anímico. Es decir el clima es una media de todo el tiempo que ha ocurrido, de todas las situaciones meteorológicas que han influido en el periodo de tiempo que tú decidas, pero vamos a decir que el clima es algo pasado. El tiempo es lo que está pasando ahora mismo. Y es, precisamente, un buen punto que sacas porque hoy en día se habla mucho de cambio climático y la gente de repente, por ejemplo, oye que hay una ola de frío tremenda y dice: «Si están hablando de que se está calentando el planeta, ¿cómo pueden estar hablando de ola de frío y a la vez hablar de calentamiento global?». Bueno, pues es precisamente eso porque lo que tú estás experimentando no es el clima. Estás experimentando el tiempo y cuando hacemos un promedio es cuando vemos ese cambio climático. Es decir, cuando cogemos una serie de años que pueden ser 10, 20, o 30, normalmente en meteorología y en estudios de cambio climático se utiliza un período de 30 años. Ahí es donde tenemos una señal clara de lo que ha pasado porque estamos haciendo un promedio de muchos años, de muchas situaciones meteorológicas. Sin embargo, el tiempo es ese momento, ese estado anímico que he comentado en el que está pasando una situación concreta. Entonces, es muy importante diferenciar tiempo y clima.

16:02
Raquel. Hola, Mario. He leído alguna vez que hay animales y plantas que nos dan previsiones meteorológicas bastante precisas. ¿Nos podrías hablar un poquito de esto?

16:11
Mario Picazo. Pues sí, los animales, yo creo que tendríamos que contratarlos a todos en todos los centros meteorológicos porque son sabios pronosticadores del tiempo. Y yo creo que los que tenéis animales en casa, incluso un perro o un gato, ya de por sí tienen comportamientos que tienen que ver con cambios de meteorología, pero los que habéis trabajado a la intemperie, habéis vivido más en entornos rurales, tenéis animales como vacas, caballos, vivís al aire libre porque en las ciudades al final nos quedamos un poco al margen de todo eso, ahí sí que se ve más el comportamiento de los animales y cómo reaccionan al clima y al tiempo, porque es una cosa de largo plazo pero con situaciones puntuales meteorológicas. Los animales son muy sabios. Yo creo que tienen mejor forma de alguna forma de notar esos cambios. Por ejemplo las vacas, las vacas son unos animales muy curiosos que, a veces, vamos conduciendo por el campo y las vemos ahí en un prado. Algunas las vemos de pie comiendo, pero cuando por ejemplo están todas sentadas, tumbadas, y además en un rincón del espacio que suelen ocupar, es un presagio de que quizá pueda llover, que lleguen lluvias. Las aves, las vemos muchas veces volando y dónde están esos conocidos refranes populares que dicen: «Cuando el grajo vuela bajo hace un frío del carajo, cuando el grajo vuela a trompicones…». Bueno, vamos a cambiar de tema.

17:29

El caso es que las aves, que son los animales que se mueven por el entorno atmosférico más libremente, también cambian mucho de comportamiento. Si las vemos volar más arriba o más abajo en la atmósfera es una indicación de que puede haber un presagio de cambio de tiempo, de lluvia, porque la atmósfera se calienta, hay corrientes térmicas, y esas corrientes térmicas… si ves a un ave volando en círculos quiere decir que hay una corriente térmica que, a lo mejor, puede provocar la formación de una tormenta y que pueda haber lluvia. Y luego incluso hay insectos, por ejemplo, las abejas, muchos odiamos las abejas porque nos pican y son molestas, pero son fundamentales en nuestra vida y luego, meteorológicamente hablando, son muy sabias. Cuando acaba el verano y llega el otoño empezamos a ver mucha actividad, las abejas empiezan a ser muy activas. O empezamos a ver que sus panales están más arriba de lo habitual. Puede ser un indicativo de que el invierno que llega va a ser muy crudo, y puede ser de nieves porque cuanto más arriba el panal, dependiendo de la zona, a lo mejor hay más nieve. Y luego están los grillos. A mí me encantan los grillos, ya sé que algunos diréis: «Jolín, la serenata de grillos no me deja dormir», pero los grillos son un termómetro, los grillos son insectos cuyo metabolismo depende de la temperatura: cuanto más calor hace, más chirridos. Hay una forma de calcular la temperatura con los grillos, no sé si lo sabíais, pero unos científicos, hay científicos para todo en este mundo, se dedicaron a estudiar concretamente grillos y a relacionar la temperatura del aire con el chirrido de grillo. Cuanto más chirrido hay, más temperatura, eso ya lo sabemos, pero ¿se puede calcular? Pues sí, si tienes la paciencia y cuentas cuántos chirridos emite un grillo por minuto puedes saber la temperatura del aire.

19:07

Imagínate que cuento 200 chirridos, ¿qué temperatura tendría el aire? Pues hay una fórmula que dice: divide ese número de chirridos por minuto por cinco y le restas nueve. La relación matemática es porque es una fórmula en Fahrenheit para convertirla en grados centígrados. Si yo tengo 200 chirridos divido por cinco y resto nueve, quiere decir que la temperatura del aire son 31 grados centígrados, más o menos, porque cada grillo tendrá su metabolismo. Pero puedes decir: «Pues qué calor hace», o: «Qué temperatura más agradable». Y eso es una curiosidad de los animales, de los insectos, y de todo lo que nos enseñan y nos siguen enseñando aunque, seguramente, hoy en día muchos animales andan un poco despistados con todo lo que está pasando con el clima.

19:47
Loreto. Hola, Mario, yo te quería preguntar… porque los abuelos yo me acuerdo que miraban al cielo y te decían lo que iba a hacer y pocas veces se equivocaban. Entonces, me gustaría que me dijeras qué hay de cierto en la sabiduría popular del tiempo.

20:01
Mario Picazo. Yo siempre he sido un fanático de la sabiduría popular. Y he aprendido mucho porque he tenido la oportunidad de viajar por entornos rurales de España y de otros países del mundo, y siempre, siempre, he preguntado a la gente que está en el campo, o está en el mar, sobre su sabiduría popular porque es la mejor forma de aprender sobre una zona concreta. Obviamente, si coges a un señor agricultor de Asturias y te lo llevas a Murcia, pues igual anda un poco despistado porque él ha observado muchos años, pero la sabiduría popular se ha basado en eso, en observaciones, en estar muchas horas al aire libre y ver qué pasa con el tiempo y qué cambios ocurren y qué señales puedes utilizar. De ahí, por ejemplo, el clásico y famoso método de predicción meteorológica llamado «el método de las cabañuelas» que se sigue utilizando hoy en día. Me parece excitante y me parece emocionante que gente que está en el campo, gente que está en la mar, pueda hacer una predicción que al final se acaba cumpliendo tanto y más que las que hacemos nosotros con nuestra sofisticada tecnología, es así. Cierto es que también el refranero popular en el que se basa toda esta sabiduría ha ido cambiando. Hay cosas que ya no se cumplen a rajatabla porque las estaciones, ya lo sabréis, se han ido estirando. Ahora parece que el verano llega antes y luego dura más. Los refranes que eran de septiembre y de mayo ya no encajan perfectamente porque de repente ya no llueve cuando tiene que llover y empieza a hacer calor antes. O sea, que… Cierto es que necesitamos más observadores. Por desgracia eso se ha reducido, ¿por qué? Porque mucha gente que estaba en el entorno rural se ha ido a las ciudades. Hemos perdido observadores, hemos perdido sabiduría popular, pero aún perduran refranes importantísimos que seguimos utilizando y mirando. Y aún seguimos, yo hoy en día, a pesar de toda la tecnología que tenemos sigo intentando acceder a información de sabiduría popular, día a día, mes a mes, año a año, porque me sigue proporcionando mucha información que a veces desconocemos.

21:53

Entonces, al final, la sabiduría popular es precisamente lo que has comentado antes. Una especie de relación climática de todo lo que está ocurriendo en una zona y, luego, que si el viento gira en una dirección y en el árbol se mueven las ramas de arriba más abajo, pues resulta que va a llover por la tarde. Eso no lo sabríamos, a veces, nosotros con tecnología, hoy en día tenemos más y podemos saber cómo ha evolucionado la atmósfera, pero la sabiduría popular sigue siendo fundamental. Yo creo que todos los que estamos en el gremio de la meteorología la seguimos consultando y la seguimos utilizando. Yo soy del refranero popular, algunos ya no los uso porque no encajan, pero sigo sacando mis refranes populares siempre que puedo.

“El cambio climático existe y nosotros lo amplificamos” - Mario Picazo
Quote

"El clima del futuro está en nuestras manos"

Mario Picazo

22:32
Adolfo. Hola, Mario, a veces nos quedamos embobados mirando al cielo, las diferentes formas de las nubes, y los meteorólogos tenéis nombres específicos para cada nube. Entonces lo que yo te quería preguntar es si nos puedes contar, un poco, las formas de las nubes y si tienes alguna curiosa o especial que te llame la atención.

22:54
Mario Picazo . Dentro de la clasificación de las nubes, la forma más fácil de distinguir unas de otras es por un nombre que es básico. Por ejemplo, el «cúmulo» es un tipo de nube. Hay cirrocúmulos, hay estratocúmulos, la terminación cúmulo quiere decir que tiene forma redondita. Vamos, que no es una nube amorfa. Luego están las nubes estratiformes y todo lo que son cirrostratos, altoestratos. Esa terminación «estrato» te indica, simplemente, que la nube es más uniforme. O sea, que eso es lo que nos diferencia un poco las nubes redonditas de las nubes más planas. Y luego ya dividimos las nubes también por altitud, por ejemplo, todo lo que son nubes «cirro», son nubes que son altas y están siempre, o casi siempre, formadas enteramente por cristales de hielo porque están a tanta altura en la atmósfera que siempre ahí las temperaturas están bajo cero. O sea que el agua que puede haber en esas nubes siempre está en estado sólido, son cristales y por lo tanto son las nubes que producen estos fenómenos espectaculares que también nos emboban a veces como los halos alrededor del Sol o de la Luna. El tema de las nubes es un tema apasionante. Yo creo que hay gente que se dedica solamente a observar nubes. Yo lo he hecho muchos años y creo que los meteorólogos todos tenemos nuestra nube favorita. Es como el que tiene un coche favorito. Nosotros tenemos nuestra nube favorita. Por supuesto, yo creo que la nube que más nos gusta a todos, en general, por poner una de referencia para los meteorólogos, es la que más más meteorología causa: el cumulonimbo, que es esa nube vertical de desarrollo que vemos, sobre todo, en días de verano que vemos cada vez con más frecuencia porque cada vez hay meteorología más extrema, esa nube que descarga granizo, rayos… Los meteorólogos queremos cuanta más actividad mejor. Si genera tornados, rayos, truenos, y demás mejor todavía, esa es una nube apasionante y, además, fotográficamente hablando, es espectacular porque nos proporciona unas imágenes muy, muy especiales en el cielo.

24:42

Pero luego hay nubes un poquito menos habituales que a mí me gustan particularmente, por ejemplo, una nube que se llama la nube lenticular. No sé si la habéis visto en el cielo, pero seguramente si la habéis visto en el cielo la primera impresión que tendréis es que nos van a invadir de otro planeta, porque parecen platillos volantes y no son tan habituales. Ocurren cuando, por ejemplo, el viento sopla con mucha intensidad en altura y se encuentran con algún tipo de obstáculo. Por ejemplo, aquí en España, como es un país muy orográfico tenemos muchas nubes lenticulares igual que en cualquier otro país donde hay orografía importante porque el viento sopla fuerte, tiene que pasar por encima de una montañita y al pasar justo por encima de la montaña ahí se genera una nube que es esa nube lenticular, como dice el nombre, tiene forma de lente. Yo las llamo platillos volantes porque me recuerdan más a una invasión de otro planeta. Y luego están las nubes, unas que son más complejas, que se llaman las nubes Kelvin-Helmholtz, que son nubes que si las ves aparecen como pequeñas crestecitas, como olas de mar. Esas son muy poco habituales porque además cuando se forman, aunque son espectaculares, y de repente parece que estás viendo un océano dibujado en el cielo son nubes que rápidamente se deshacen. O sea, que o las ves o rápidamente desaparecen y ya no las ves. O sea que tienes que captarlas en el momento. Y esas nubes también se forman por una situación atmosférica muy concreta y muy poco habitual, que es cuando hay en un entorno estable cizalladura de viento en altura. La cizalladura de viento simplemente quiere decir, para no ser tan técnico, que el viento sopla en distintas direcciones a medida que subes en la atmósfera. Esas nubes son espectaculares. O sea, que para mí esas tres están en mi lista del top ten. Luego hay muchas otras, te volverías loco si te dijera toda la clasificación de nubes que hay. Yo no me la sé.

26:22

Soy meteorólogo, fíjate que llevo años con esto y hay nubes que digo: «¿Está como se llama?». Y empiezan: «Pues esto es un cúmulo fractus». O sea, dentro de cada categoría de nube que puedes aprender en un curso de meteorología normal, hay una serie de subdivisiones y, a veces, hay como 300 tipos de nubes, es imposible saber cada nombre exacto, pero hay nubes apasionantes. Yo creo que las nubes son el espectáculo del cielo y una de las razones por la que muchos nos aficionamos a esto de la meteorología porque al final es espectacular.

26:53
Nuria. Hola, Mario. A veces en algunos deportes como la Fórmula 1 son capaces de adivinar el minuto exacto en el que va a llover. Entonces cambian neumáticos, estrategias… ¿Crees que los meteorólogos están cerca de predecir una meteorología sin fallos?

27:09

Es que en la Fórmula 1 hay mucho dinero, ¿verdad? Creo que tienen 10 meteorólogos mirando una nube. Los meteorólogos somos capaces de hacer predicciones cada vez más exactas. La Fórmula 1 depende mucho de la meteorología porque el saber cuándo va a llover, en qué momento de una carrera que dura un par de horas, es fundamental para ese cambio de neumáticos que tú has comentado, e incluso para ganar la carrera. Y al final eso se traduce en mucho dinero. O sea, que la inversión al final es rentable, pero nosotros los meteorólogos que trabajamos a diario en predicciones meteorológicas tenemos los medios suficientes para hacer predicciones cada vez más fiables. Hemos hablado de la importancia que tiene la predicción y los modelos numéricos, esos modelos numéricos cada vez son más exactos. Primero, por sus observaciones. Segundo, porque las ecuaciones son cada vez más representativas de la situación que está ocurriendo. Y tercero, porque tenemos ordenadores cada vez más precisos. O sea que ya no tenemos la excusa de que esto es una ciencia inexacta. Hoy en día las predicciones a 24 horas si no se acercan al cien por cien, se acercan bastante. Hay que puntualizar una cosa, España, por ejemplo, y otros países del mundo que son muy orográficos lo tienen más complicado porque la meteorología aquí es muy complicada y yo no quiero decir: «Bueno, como yo trabajo aquí tengo la excusa de que me puedo equivocar», pero la orografía de un país condiciona mucho la fiabilidad de una predicción meteorológica. Hay gente que dice: «Bueno, he ido a Londres y me han dicho que a las cuatro iba a llover y a las cuatro en punto ha empezado a llover». Londres es una cosa plana. En Inglaterra no hay montañas, llega un frente del Atlántico, cruza y es como un coche que va a 40 por hora y atraviesa una zona, y sabes exactamente cuándo va a atravesar esa zona.

28:45

En España la meteorología se complica mucho, pero aun así hoy en día podemos hacer predicciones a tres días con un alto grado de fiabilidad. Tenemos la capacidad de dar un pronóstico de tres días con más de un 85 por ciento de probabilidad. ¿Qué pasa con predicciones a más plazo? Se complica la cosa. A medida que nos vamos a cinco, seis, siete días, ¿qué es lo que todos queréis? Queréis saber qué va a pasar la semana que viene, puede haber más grado de incertidumbre, pero aun así hemos mejorado bastante. Todavía estamos por encima del 60 por ciento. Y, hoy en día, más que la predicción de la semana, lo que interesa es qué va a pasar dentro de tres meses. Y no porque vayamos a tomar el sol o nos vayamos a ir de vacaciones a algún lugar, sino porque hay gente que depende de la agricultura, y del campo, y de otras facetas al aire libre. Entonces, interesa mucho saber si va a ser un verano más lluvioso, más seco, más caluroso, cómo llega la primavera. Eso es importante. Y hacia ahí van nuestras predicciones del futuro, a mejorar la predicción a medio-largo plazo. El de hoy en día ha mejorado muchísimo. Tenemos deberes que hacer. Nos vais a seguir riñendo, pero cada vez tenemos métodos, tecnología más precisa que nos permite dar predicciones mucho más puntuales. Hoy en día cuando consultáis el tiempo ya no miráis qué va a hacer el jueves, miráis qué va a hacer mañana a las tres de la tarde porque todas vuestras aplicaciones… lo que trabajamos, por ejemplo, en «eltiempo.es» es muy concreto. Te dicen mañana a las cuatro va a empezar a llover y, seguramente, diréis: «Bueno, pues seguramente no es a las cuatro, pero es entre las tres y las seis, me vale». Y ya puedo planificar: en lugar de llevar al niño a baloncesto, como va a llover y no va a poder jugar, pues me voy a hacer otra cosa y vamos a planificar la tarde de otra manera. Eso pasa en nuestras vidas hoy en día, ya no es tanto solamente la gente de la mar o del campo, sino nosotros mismos que tenemos una vida tan complicada, tan, tan, tan comprimida, dependemos, cada vez más, de información más precisa y más fiable.

30:38
Eva. Eres profesor en la Universidad de California, de cambio climático. Sé que muchos países han abordado medidas para el cambio climático de urgencia, ¿desde un punto de vista científico cuál es el estado actual del cambio climático y qué le dirías a estas personas que todavía dudan sobre el cambio climático?

31:02
Mario Picazo . Bueno, yo entiendo que el cambio climático, que hoy en día ya no se utiliza tanto, se empieza a utilizar otra terminología que es la crisis climática. Esa es una excelente pregunta porque es un tema que está muy de moda y lo va a estar muchísimo más en un futuro. Entiendo que hemos pasado por unos cambios dentro de nuestra vida, algunos más porque han vivido más décadas, otros menos, a los que nos vamos adaptando. Los humanos somos muy buenos para adaptarnos al cambio climático, y al cambio climático natural, porque hay que tener en cuenta una cosa: la Tierra siempre ha tenido cambio climático. Es el cambio climático natural que ha visto grandes oscilaciones en unos momentos más que en otros, ya sea por ciclos solares, por la posición de la Tierra respecto al Sol, o simplemente por erupciones volcánicas, que es un fenómeno natural. Hoy en día hablamos de un cambio climático antropogénico, es decir, el que estamos nosotros amplificando con nuestra actividad. Por una parte somos muchos, 7.500 millones de habitantes en este planeta, vamos a ser 9.000 dentro de nada, no mañana, pero dentro de unos años. Entonces, el cambio climático existe, siempre ha existido, y en estos últimos 20 o 30 años se ha amplificado de una forma tremenda, y se ha amplificado por la actividad humana. Entonces es un tema que preocupa. No voy a negar que preocupa. Es un tema que a lo mejor a unas personas les preocupa menos que otras porque, quizá, no les ha tocado tan de cerca. Pero yo creo que hoy en día hasta las generaciones más antiguas empiezan a ver cosas que ya no son como eran cuando ellos eran jóvenes. Yo, por ejemplo, que soy de Valencia, un lugar donde hoy en día ya las noches en verano son tropicales siempre, donde cuando era pequeño me acuerdo perfectamente que me levantaba por la mañana y estaba todo cubierto de rocío me tenía que poner una chaqueta porque hacía frío, eso ya no existe. Y esa es la vivencia que tenemos algunos en el día a día que nos hace claramente ver que el clima ya no es lo que era antes.

32:56

Y lo sabemos ya no solo por experiencias propias, sino porque tenemos tanta tecnología que no teníamos antes para medir exactamente qué está pasando, que tenemos una buena forma de comparar cómo está evolucionando el clima de la Tierra respecto a años pasados. No lo hemos podido hacer… hace 20 años, a lo mejor, no podíamos hablar de cambio climático o como yo lo llamo, y muchos ya empezamos a llamarlo, de crisis climática, porque no teníamos una referencia observacional lo suficientemente larga. Tened en cuenta que para hacer una comparación climática que sea realmente, digamos, rigurosa, por lo menos hay que tener unos 30 años de datos de un determinado instrumento. Hemos tenido termómetros muchos años, se ha cuestionado mucho el hecho de que las temperaturas se han medido de distintas formas porque los observatorios han cambiado de lugar, o porque las ciudades han crecido y, por lo tanto, el efecto ciudad ha influido en esas temperaturas, pero hace 30 años empezamos a lanzar satélites a la atmósfera a medir cosas con más precisión. Y esos datos, 30 años después, porque ya han pasado 30 años, nos permiten hacer una comparación bastante, bastante, exhaustiva de cómo ha evolucionado el clima en estos últimos 30 años. Entonces, hoy en día ya sabemos que el cambio climático existe, el antropogénico.

34:06

¿A qué velocidad está cambiando? También lo sabemos. Y empezamos a saber con bastante, bastante, certidumbre qué fenómenos meteorológicos que están ocurriendo que afectan e impactan sobre la población humana están relacionados a esa señal de amplificación climática, porque quizá no podamos relacionar un huracán o un tornado con ese cambio climático antropogénico, pero ya podemos empezar a relacionar con bastante precisión, estoy hablando de una precisión y de una probabilidad muy alta: sequías, olas de calor, inundaciones, fuertes episodios de lluvia. Esas señales están muy ligadas al cambio climático, y lo sabemos porque tenemos la tecnología, y porque detrás hay un rigor científico. O sea, no se trata de entrar en Google y poner «cambio climático». Estamos hablando, y te lo dice un profesor de universidad que trabaja con personas que están en el frente de la investigación en este sector, que realmente están haciendo cosas que demuestran claramente que hay una señal muy evidente. Todavía tenemos muchos interrogantes y no se trata de meter todo en un saco que pone «cambio climático»: una ola de calor, un episodio de frío, una inundación, no podemos decir eso. Antes hay que investigar, hay que relacionar, y luego podemos decir: «Esto ha sido debido a una señal de energía extra que tiene el planeta, ya sea por temperatura del mar, por temperatura del aire, o por un cambio en la circulación atmosférica».

35:22
Carlos. Hola, Mario, soy Carlos. Todos somos conscientes de que el cambio climático es un problema muy grave, pero ¿qué está en nuestra mano para frenarlo? ¿Qué tipo de cambio podemos llevar en el día a día para lograr un mundo más sostenible? Muchas gracias.

35:40
Mario Picazo. Aunque muchos cuando pensamos en cómo solucionar este problema de cómo está cambiando el clima, cómo se están calentando los océanos, o la atmósfera. Pensamos más en que los políticos no hacen lo que tienen que hacer. No, los políticos harán lo que nosotros hemos decidido que hagan porque los hemos elegido. Luego ya, el dinero se mueve de un sitio a otro y al final dicen: «Bueno, pues el que iba a dedicar a intentar mejorar y ser más sostenible, lo voy dedicar a otra cosa». Pero eso es aparte. Al final, los que realmente podemos hacer algo somos los que estamos aquí, somos 7.500 millones de habitantes y si cada uno de nosotros, o la mayoría, hace un poquito, seguramente podremos conseguir mucho más que todos los gobiernos combinados. Es importantísimo que los gobiernos remen en la dirección correcta, que empiecen a apostar por energías más limpias, eso lo sabemos todos, es quizá lo más obvio, lo más evidente. Pero el simple hecho de que todos nosotros, en nuestro día a día, pensad en todos los miles de millones que somos, con que hagamos un poco… no os voy a decir que cambiéis vuestra forma de vida, que muchos quizás deberíamos cambiarla más que otros, pero con que todos tengamos un pequeño gesto diario como puede ser… yo a mis hijos los llevo locos: «La luz se ha quedado encendida». Entonces, bueno, pues el simple gesto de apagar luces, el simple gesto de intentar dedicar parte de nuestro presupuesto, que a veces sé que es más limitado, en mejorar energéticamente nuestro entorno para no despilfarrar: desde cómo está aislada tu casa, desde cuánto uso el aire acondicionado, cuánto caliento, qué tipo de coche conduzco, cuánto emite…

37:11

Todas esas cosas que, poco a poco, vamos mejorando necesitan extenderse a toda la población mundial. Y sé que es muy difícil porque hay países donde la gente tiene otras preocupaciones mucho más importantes, como tiene que ser el simple hecho de comer cada día. Pero aun así, se trata de hacer lo que estamos haciendo aquí que es, al final, educar y si educas desde unas generaciones tempranas es mucho más fácil que consigamos esos retos que, hoy en día, pueden solucionar muchos problemas que vamos a tener en un futuro. Por lo tanto, yo apuesto por nosotros y, por supuesto, que nosotros también presionemos a los que toman las decisiones importantes porque al final, hoy en día el cambio climático no debería llevar una etiqueta política debería ser una gestión global y no individual, aunque al final tenemos que partir de algún punto, pero… Por lo tanto, política aparte, somos nosotros los que tenemos más peso en esta decisión de cómo queremos que sea el clima del futuro y cómo queremos que sea el clima de los que nos van a seguir, nuestros hijos, nuestros nietos, etcétera, etcétera.

38:12
Laura. ¿Existe o existirá esa tecnología enfocada a prevenir o evitar ciertos fenómenos?

38:21

Sí, sí, no hemos hablado, por ejemplo, de la geoingeniería que es un tema que está muy de moda porque hay gente que dice: «Bueno, ya que no vamos a poder parar el cambio climático a base de reducir emisiones…», porque podemos conseguir una reducción, pero va a ser difícil que no sigan emitiendo productos derivados del carbono, metano, etcétera. Entonces, una forma es decir: «Bueno, pues vamos a atenuar la energía que nos llega del sol y así nos calentamos menos. Hay muchos experimentos que se están haciendo hoy en día para hacer que aumente la nubosidad, o para meter en las nubes ciertos productos que de alguna forma reflejen más radiación solar, o hay distintas técnicas que se están proponiendo. De hecho se están haciendo experimentos. O sea, que una forma sería… Lo ideal para que hubiera un enfriamiento global sería que hubiera una gran erupción volcánica como la de Pinatubo en 1991 y que esa nube tapara el sol y se enfriara el planeta como ocurrió entonces. Eso lo podríamos hacer artificialmente, pero no va a ocurrir porque muchos dirían: «A mí se me ha enfriado mucho la zona y se me han muerto todos los plátanos». No todos vamos a estar contentos con eso, entonces las soluciones que tenemos pasan no tanto por la geoingeniería que tienen mucha, mucha…

39:30

Es un tema muy sensible para muchos y no va a llegar tan rápidamente aunque, a lo mejor, al final tenemos que tirar de ella porque va a ser tan extremo el cambio que tendremos que buscar una solución urgente, pero sí que podemos empezar a pensar en tecnologías que nos permitan reducir el posible calentamiento. Empezando por las ciudades, que son los grandes núcleos de aumento térmico. Ya estamos viendo muchas ciudades mucho más sostenibles en sus métodos de construcción, en sus métodos de utilización de energía, edificios que tienen métodos de refrigeración mucho más eficientes, o tienen más placas solares, o tienen más zonas verdes que eviten las islas de calor urbano que contribuyen también al calentamiento global, o sea que por ahí va la cosa un poco. Pero desde el punto de vista tecnológico también tenemos soluciones pues, por ejemplo, hemos hablado de los incendios. Ahora se está planteando ya empezar a utilizar drones para los incendios. ¿Por qué? Porque mientras un hidroavión pasa por una zona y te tira agua o cualquier producto químico mezclado que te apaga el fuego, los drones ya se pueden controlar con mucha más precisión e ir a lugares mucho más críticos. Entonces empezamos a introducir herramientas para buscar soluciones a nuestros problemas que ya están ocurriendo como consecuencia de ese calentamiento o cambio climático. Pero desde luego la geoingeniería… yo no diría que va a ser una cosa que aparezca inmediatamente, pero te aseguro que en 20 o 30 años la vamos a empezar a utilizar con más frecuencia, por desgracia, porque necesitamos soluciones mucho más tajantes para evitar que la temperatura suba tanto en el planeta.

“El cambio climático existe y nosotros lo amplificamos” - Mario Picazo
40:59
Arsenio. Hola, Mario. Cuando hablamos de calentamiento global, que está bastante de moda, en ningún momento se nos pasa por la cabeza la relación que puede tener con los desiertos. Sin embargo, en algún momento he leído que comentabas que están en peligro a raíz del calentamiento global. A ver si nos puedes compartir tu opinión.

41:18
Mario Picazo. Sí, la verdad es que cuando hablamos de desiertos nos parece como un sitio que dices: «Bueno, pues para qué te vas a preocupar de un desierto si ya es desierto y no hay nada ya». Los desiertos tienen una vida tremenda. Yo no sé cuántos de vosotros habéis tenido la oportunidad de estar en lo que realmente es un desierto. Aparte de Almería y otras zonas de Canarias que son semidesérticas en España, pero los desiertos tienen mucha vida y tienen mucha biodiversidad. Yo, por ejemplo, que vivo ahora en California y California, realmente, gran parte de la mitad sur del estado, que es un estado muy grande, podríamos decir casi, aunque es alargado, del tamaño de España. Es muy desértico y cuando vas al desierto pues sí, ves mucho, mucho entorno pelado, mucha tierra, muy poca agua, y dices: «Aquí no hay nada, pero realmente hay mucho. De hecho el 30 por ciento o casi el 35 por ciento de las especies animales, de las especies de plantas de California están en los desiertos, y los desiertos aunque son como lugares donde realmente, climáticamente hablando, hay una situación muy diferente a la que normalmente habitamos porque no tanta gente vive en los desiertos, esas fronteras sabemos que se están extendiendo a distintos puntos del planeta a medida que cambia el clima, a medida que hay un clima más cálido, más árido.

42:26

Entonces, España por ejemplo es uno de los países más vulnerables a esa desertización de la que hablamos a veces. ¿Por qué? Porque hay entornos de la península ibérica que cada vez se están convirtiendo en entornos más desérticos. Y eso también implica un cambio importante en lo que se refiere a biodiversidad de la zona, pero también a otras prácticas que hay en esa zona ahora mismo, como es la agricultura. Entonces los desiertos preocupan mucho no sólo porque se está perdiendo el entorno en el desierto en sí: si son áridos están haciéndose más áridos, con temperaturas más extremas, lo poco que hay está desapareciendo. Y, a la vez, nos preocupa, en torno al tema de desiertos que has sacado tú, el hecho de que los desiertos también se extienden. España es un caso, pero hay países, por ejemplo, de África, que están en una situación mucho más precaria como es el Sahel africano. Es una zona al sur del Sahara, una banda que se extiende prácticamente desde el Índico hasta el Atlántico. Países como Senegal, como Chad, como Burkina Faso, hasta Sudán, están viviendo una sequía tremenda donde hay una devastación brutal, y donde hay una epidemia de gente que no tiene ningún tipo de alimento. En esos países ya no preocupa tanto el que puedan cultivar para comercializar, preocupa el que puedan cultivar para comer día a día. Entonces, la expansión desértica es otro problema a tener en cuenta en este entorno nuevo que nos está tocando vivir. Cuanto más empieza a ser un entorno semiárido más árido, más empezamos a ver esa invasión desértica en zonas donde antes había mucha más biodiversidad. Eso es una realidad, es un hecho hoy en día. De la misma forma que hay otras zonas que en lugar de ser desérticas están viviendo situaciones de precipitación mucho más intensa. Así es el cambio climático, es un cambio de extremos. Mucha más sequía, mucho más calor en unos sitios, mucha más lluvia, mucha más meteorología extrema, en ese sentido que en otros, y es lo que estamos viendo.

44:17
Beatriz. Hola, Mario, soy Beatriz, me gustaría saber si podrías contarnos cuál es el fenómeno meteorológico más extremo que has vivido.

44:27
Mario Picazo. Buena pregunta. Bueno, yo creo que todos estamos expuestos hoy en día a fenómenos meteorológicos extremos, porque si te dijera: «Un paseo por el desierto de Atacama», dirías: «Pues sí, porque te mueres de sed». Pero realmente para mí el fenómeno meteorológico más extremo que existe es estar al lado un tornado. Los tornados sabemos que son los fenómenos más virulentos que existen, nosotros aquí en España tenemos algunos tornados. Cada vez son más frecuentes, o no, porque también tenemos más cámaras que los fotografían. Pero los tornados son, quizás, el fenómeno meteorológico más extremo y es donde yo, quizá, he vivido la atmósfera en su estado más puro. Porque no solo son extremos en cuanto a vientos, granizo, fuertes lluvias, sino que además tienen un alto grado de incertidumbre, y aunque tú creas que es una situación controlada son muy erráticos en comportamiento. Tú puedes estar al lado un tornado, lo has estado persiguiendo por Oklahoma, por Kansas, por Nebraska… más que el tornado, casi el conducir por las carreteras a 120 por hora intentando buscarlo. Pero bueno, al final el tornado se esconde en la nube, aparece y desaparece, de repente lo tienes delante, y luego lo tienes detrás. Y ahí es donde más miedo he pasado meteorológicamente hablando porque realmente era una situación de riesgo. La adrenalina por las nubes, el momento indescriptible, y feliz de la vida también. Cada uno se mete en sus propios berenjenales, yo me metí en ese. De la misma forma que también lo pasé bastante mal cuando estuve en Siberia, en el pueblo más frío del mundo, porque aunque yo soy una persona de frío, odio el calor y las altas temperaturas, el frío de Siberia es extremo, estar a 60 bajo cero no es precisamente la situación más idónea.

46:17

Nunca sabes cómo el cuerpo te va a responder y llegan momentos en los que realmente te preocupas porque aparte de que estábamos rodando un programa de televisión, y me tuve que tirar en un río helado a 60 bajo cero en el aire y demás… siempre piensas: «Bueno, ¿me voy a morir aquí, se me va a parar el corazón o voy a salir de este río?». Entonces, los extremos en ese sentido han sido esos: fríos y tornados, pero hay muchos otros fenómenos meteorológicos, que a lo mejor sin darme cuenta, han sido extremos, preocupantes y quizás no los he visto tanto. Y sé que muchos de vosotros sin daros cuenta habréis vivido situaciones meteorológicas extremas. Si empezáramos a hablar seguro que más de uno saldría con su propia situación, un rayo que ha caído ahí y se le han puesto los pelos de punta, que a mí me ha pasado también. Todo eso es extremo también, y al final hay que intentar evitarlo. No os metáis en ningún fenómeno meteorológico extremo si podéis.

47:10
Mariluz. Hola, Mario. Ahondando en lo que comentabas, precisamente, del viaje al sitio más frío del mundo, de Siberia, ya nos has comentado cómo ha sido la experiencia. Pero, ¿cómo calculasteis que, efectivamente, era el sitio más frío del mundo? Y si se mantiene del mismo modo para que efectivamente en ese espacio temporal sea el más frío y dependiendo del momento del tiempo en el que se encuentre.

47:34
Mario Picazo. Bueno, pues a ver, nosotros sabíamos que era un sitio frío porque es el sitio que tiene la temperatura oficial más baja del planeta. Es un pueblo que se llama Oimiakón, está perdido en la Siberia rusa que para llegar allí tienes que hacer todo tipo de carambolas entre dos vuelos, otro vuelo local, luego en una furgoneta 12 horas por una carretera congelada… Llegas a este pueblecito de 900 habitantes que es encantador, a 60 bajo cero. El récord absoluto es 71 bajo cero, 71,2 no le puedes quitar las dos décimas porque se enfadan, porque este pueblo si no fuera por eso no estaría en el mapa. Vamos que se pelean ellos con otro pueblo por decir: «Yo soy más frío». Verjoiansk, que es otro pueblo que está cerca de Oimiakón. O sea que la temperatura estaba medida, nosotros fuimos allí, constatamos que hace mucho frío, esto fue ya hace diez años y te tengo que decir una cosa, lo que pasaba hace 10 años ya no pasa hoy, y han pasado solo 10 años desde entonces. Siberia ya no es lo que era Siberia, sigue siendo un sitio frío y si viajas allí, pues si no hay 60 bajo cero vais a tener 45 bajo cero. Pero yo cuando ya estaba allí y hablaba con la gente local, hablando de la meteorología popular con los lugareños porque aunque hablaban ruso tenía un intérprete y hablaban varios idiomas locales. Pero: «Oye, ¿cómo ha cambiado el clima?». Me interesaba mucho ver que ellos ya decían: «No, esto es una gozada porque antes empezaba a haber temperaturas sobre cero en junio. Hasta entonces estaban bajo cero. Ahora ya las tenemos en mayo y ya podemos extender nuestras actividades al aire libre. Entonces ahí ya se notaba un cambio climático relacionado con el calentamiento global y estoy hablando del año 2011, 2010 – 2011.

49:11

Hoy en día, Siberia cada vez registra temperaturas más altas. La nieve ya no es tan frecuente durante meses periféricos de las estaciones, por ejemplo, a partir de mayo o junio desde luego ya no hay nieve en el suelo, luego no empieza a nevar hasta a lo mejor octubre, antes nevaba ya en septiembre. Entonces, todo eso ha ido cambiando y va a ser muy distinto. De hecho, el otro día yo, precisamente, tuve la ocasión de escribir un artículo sobre Siberia y su futuro, porque Siberia a finales de este siglo será un lugar muy atractivo para los viajeros. Hoy en día salvo algún friki como yo que ha ido allí u otros que han visto el programa que hicimos de Oimiakón y han dicho: «Ay, yo quiero ir allí porque me encantaría ir al sitio más frío», pero en un futuro la gente que hoy en día no va porque el frío es extremo y muy, muy, incómodo, irá porque será un entorno natural precioso, es un entorno salvaje, muy extenso, y será un lugar de vacaciones precioso donde habrá menos frío, seguramente te podrás tomar un vino siberiano, y comer verduras que no existen allí. Cuando yo fui no había verduras, o sea que imagínate todas las cosas que podrás hacer en una Siberia del futuro debido, precisamente, al clima cambiante. Nosotros nos quejamos aquí de que las temperaturas pasan de 40 grados y decimos: «¡Qué calor!», los siberianos están encantados. Es decir, están encantados con el cambio climático, van a tener un clima que no va a tener nada que ver con el que tienen actualmente y va a ser un lugar mucho más agradable de visitar y de vivir en un futuro.

50:35
Cecilia. Nos has dicho que vives en California, como meteorólogo que eres, ¿qué sentiste al ver arder miles de hectáreas de bosque en los incendios de California de 2018?

50:45
Mario Picazo. De la misma forma que California, cada vez más, experimenta incendios devastadores, eso es muy trasladable a países mediterráneos como España, como Portugal, como Grecia, como Italia, etcétera, etcétera. Incluso a otras zonas del norte de Europa donde no teníamos dentro del guion que hubiera tantos incendios, pero como todo ha aumentado térmicamente tenemos más episodios también en otros países como Alemania, Escandinavia… Lo vimos el año pasado, en 2018, con esa ola de calor. Entonces, es un tema que preocupa. Es un tema que, por desgracia, va ligado a ese cambio climático del que hemos hablado, a temperaturas más altas, episodios de precipitación más intensos que favorecen que la vegetación crezca. Y luego sequías prolongadas y olas de calor. O sea, el ingrediente perfecto para un incendio como los que hemos visto en California, o en otras zonas de España, o Portugal, es que tengamos una primavera muy lluviosa con un acumulado de precipitación importante, que luego produce una explosión de vegetación. Que eso vaya precedido por una ola de calor muy intensa, que puede llegar en un momento u otro del verano, si es hacia el final del verano es peor todavía porque luego ya entras en el otoño y es cuando si, todavía, las temperaturas son altas, en el caso de California aparte hay vientos muy fuertes durante esa estación, el incendio es mucho más devastador. Precisamente cuando he estado siguiendo los incendios porque es una de las cosas que investigamos asiduamente en la Universidad de California, en UCLA, y estamos muy por encima, muy encima del tema de cómo las sequías, las olas de calor cada vez potencian más esos incendios.

52:15

Y hablando con gente que se dedica, precisamente, a sofocarlo, la gente que trabaja en los incendios, me comentan muchas personas que llevan 40 años haciendo esto de apagar incendios me dicen: «Los incendios no tienen nada que ver hoy en día con cómo eran en el pasado. No sabemos cómo controlarlos. Son incontrolables, tienen una velocidad tal que no hemos visto nunca en el pasado». ¿Por qué? Porque no había esa combinación de elementos que tenemos hoy en día muchos de los cuales surgen a raíz de nuestro comportamiento climático. Esas precipitaciones intensas, esas olas de calor tan devastadoras… Entonces, es un tema que preocupa, preocupa en California como tú has dicho, y preocupa mucho en otros países. España es un país donde, por desgracia, también el riesgo de incendios es elevado. Afortunadamente muchos de nosotros estamos haciendo los deberes, hemos aprendido qué debemos y qué no debemos hacer en días en los que hay un alto riesgo de incendios, y eso ayuda mucho. Difundir esa información para que la gente sea consciente de que hay días que hay que dejar de hacer y practicar ciertas actividades. Y que luego tenemos que ser mucho más cuidadosos cuando vamos a entornos donde potencialmente pueda haber incendios. O sea que, de nuevo, la educación, de la misma forma que estamos educando en el cambio climático, la educación sobre temas como incendios ayuda mucho a prevenir. Por desgracia, todavía hay gente que por una razón o por otra sigue provocándolos, o sigue sin intención haciendo que aparezcan. Pero, desde luego, es un problema importante.

53:42

Y precisamente hablando de esto, como para cerrar nuestra charla de hoy que me ha parecido apasionante. Habéis tenido unas preguntas estupendas, se han quedado muchísimas cosas en el tintero, pero mi reflexión, sobre todo, es que la meteorología es una ciencia que tiene una importancia tremenda porque todos dependemos de ella. Hoy en día mucho más, porque va muy ligada al tema que hemos estado desarrollando aquí, y tratando, que es el del cambio climático. Y por eso yo animo a mucha gente. Ya sé que aquí no tengo chavales, pero animo a los que tenéis y a los que creáis que puedan tener una pasión por esta ciencia, que vayan en esa dirección. Yo siempre digo, y lo dije hace diez años: la profesión del futuro es esta, es intentar buscar soluciones. Pero no: «Vamos a dramatizar la situación del cambio climático y dar todas las noticias negativas». Eso hay que hacerlo para que la gente se conciencie, no os creáis que lo hacemos porque nos gusta. Ya sé que vosotros, muchos, pensaréis que en los medios de comunicación lo que más vende son los sucesos y el sensacionalismo. No, lo hacemos para concienciar. Yo siempre he sido, como científico, siempre he sido partidario si tengo que dramatizar algo o no dramatizarlo, prefiero dramatizarlo, prefiero ser riguroso en mi información, pero si tuviera que ser un lado u otro y no tengo otra opción, prefiero dramatizarlo porque es la única forma de que la gente perciba esa señal y que actuemos en consecuencia. Hoy en día, todas las futuras generaciones que lleguen van a saber mucho más sobre este problema que los que hemos pasado ya por esto, porque no hemos vivido tan intensamente el cambio climático.

55:16

Y por eso creo que es importante que los que tengáis esas futuras generaciones lo inculquéis, que eduquéis desde vuestro lugar, que les enseñéis las cosas importantes que hay que hacer para intentar que, no vamos a poder frenar ya el cambio climático antropogénico, pero sí que tenemos una oportunidad de desacelerarlo algo, de buscar soluciones, de adaptarnos a él, porque aparte de que empecemos a apagar las luces y emitir menos gases efecto invernadero, a reducir la huella de carbono, también tenemos que empezar a pensar en cómo voy a evitar que mi casa se llene de agua dentro de 20 años cuando suba el nivel del mar medio metro. O sea, eso también tenemos que hacerlo. Luchar, pero más que luchar, luchemos también contra el cambio climático, que la señal que estamos ahora mismo pronosticando sea tan, tan intensa como está contemplado. Y, por desgracia, todavía no sabemos cuál será el desencadenante de algunas de estas señales que están empezando a ocurrir. Podría haber un… así, que desencadenara una aceleración más incluso de lo que estamos pronosticando hoy en día los científicos. Y, por lo tanto, todo lo que podamos hacer a partir de hoy mismo va a sumar. Y es lo que os pido, os lo pido de la forma que podáis, pero sobretodo inculcando, yo creo que las nuevas generaciones que llegan tienen que saber, realmente, cuáles son los puntos más importantes en los que tenemos que concentrarnos y cómo llegar a ellos. Muchísimas gracias a todos.